La actriz tinerfeña Giselle Carrera, afincada en Madrid y con una proyección fulgurante, protagoniza los 10 minutos más virales del año en España -tienen casi tres millones de visitas en su versión oficial en YouTube y más de un millón en las versiones colgadas por las televisiones y los digitales-, así como es uno de los vídeos que más interés ha acaparado en internet en la historia del país. Ella es la primera sorprendida, según confesó a este periódico. "La verdad es que no esperaba en lo más mínimo ni la repercusión que ha tenido ni los debates que ha generado. Si hasta el The New York Times, la cadena estadounidense BBC y los periódicos de más tirada de Inglaterra, como The Mirror, se han hecho eco de él. Ha sido una pasada", asegura.

Y eso que lleva colgado en la red solo una semana. Las imágenes, además, han asombrado al mundo. En realidad es un experimento del Centro Europeo Neurosalus, una clínica privada de desintoxicación de adicciones situada en Madrid. La idea era colocar a una joven que simulara estar ebria y desorientada en una céntrica calle de la capital nacional, poner a su alrededor cámaras ocultas y observar cómo reaccionaban los viandantes. "La idea era ver qué hacía la gente ante una joven vulnerable, si la iban a ayudar, cómo iban a responder... Pero nadie, ni los responsables de la clínica ni la productora a la que le encargó el vídeo, esperaban lo que ocurrió. Yo tampoco, la verdad", cuenta la actriz chicharrera.

Lo que pasó fue que los únicos que se acercaron a ella, aun siendo un sábado a eso de las cinco de la tarde, en pleno centro de Madrid, ante miles de personas y tratándose de una mujer que parecía necesitar ayuda, fueron hombres para intentar aprovecharse de esa supuesta vulnerabilidad -para reforzar que estaba borracha, llevaba una botella y hacía como que seguía bebiendo- y tener relaciones sexuales con ella. Dos la querían llevar a un hotel, otro a tomar más alcohol e incluso hubo un camarero que la acosó y le hizo tocamientos. La desagradable situación llegó a tal extremo que uno de los miembros del equipo de filmación tuvo que irrumpir y llevarse a Giselle, ante las protestas del acosador. Ninguno le ofreció ayuda ni la guió para que se orientara. "Estuve unos minutos dando vueltas. Algunas mujeres me miraban mal pero no se acercaban para ayudarme", recuerda Giselle, para proseguir: "Pero al momento empezaron a acercarse los hombres. Uno me puso contra una pared. Fue un momento delicado. En varias ocasiones tuvieron que acercarse los miembros de la productora, con él como con otros. Hay imágenes peores que las que aparecen en el vídeo que se eliminaron porque no parecía necesario".

La habían contactado a través de Facebook. El responsable de la productora debía saber quién era y le parecía la actriz ideal. La filmación se llevó a cabo hace alrededor de un mes y Giselle Carrera no lo tenía claro hasta que le explicaron bien de qué se trataba. Ha tenido que interpretar numerosos papeles en cine y teatro pero curiosamente nunca le había tocado hacer de borracha. "Sonreía, hacía que estaba perdida, simulaba que bebía alcohol... Me costó porque, además, no me gusta beber pero debí hacerlo bien porque todos se lo creyeron", admite, para matizar: "Llego a continuar media hora más y no sé lo que habría pasado".

El director del centro que promovió este experimento, José Miguel Gaona, se pregunta al inicio del vídeo que si esto le ocurrió a una mujer a plena luz del día y en un lugar tan concurrido como el casco histórico de Madrid, qué podría ocurrirle si fuera de noche y en un sitio no tan concurrido. "Lo normal es que se hubiesen acercado a ayudarla pero no fue así", comenta.

Giselle, por su parte, cree que ninguno de esos hombres se habría aproximado a ella para acosarla sexualmente si no hubiera aparentado estar bajo los efectos del alcohol. "En el día a día siempre pasa alguna cosa pero no se acercan a mí. En esta ocasión, sin embargo, me vieron débil y se intentaron aprovechar de ello. Eso es lo que demuestra el vídeo y la verdad es que es bastante triste. Hasta un profesor de religión me intentó besar", asegura la actriz, que aclara que iba con un traje normal que le llegaba a la rodilla.

Giselle Carrera ha trabajado recientemente en Amar es para siempre, la teleserie de Antena 3 en la que hace el papel de Teresa. El día 20 tiene previsto incorporarse como una protagonista a la serie que se emite en internet El cura y el pecado. Hará de periodista. En cuanto al cine, ha trabajado en filmes como Project 12 the bunker (Jaime Falero), El Clan (Jaime Falero), La dama del bosque maldito (George Karja, se presentó en Sitges pero no se estrenará hasta el próximo año), Paseos del silencio (Néstor Ruiz) o Regresión (Dalay Betancort). En teatro ha interpretado papeles en Que descanse en paz (Francisco Florido) y ¿Por qué, Laura? ¿Por qué? (David Amón), y también ha actuado en musicales: Grease y Chicago. Pero nunca había participado en un proyecto de semejante impacto como el del vídeo del centro de desintoxicación madrileño. "Verlo produce una sensación preocupante e inquietante pero está dando mucho que hablar. Ojalá que por lo menos sirva para hacer reflexionar a la sociedad", concluye la tinerfeña.