El religioso español detenido por la Gendarmería Vaticana en relación con el robo y divulgación de documentos reservados, Lucio Ángel Vallejo Balda, es miembro de una asociación unida al Opus Dei pero que no tiene derecho a intervenir en nombre de esa institución.

Así lo comunicó ayer la oficina de información de la Prelatura del Opus Dei en Roma, que manifestó su "sorpresa y dolor" por la difusión de la noticia de su detención.

"El Opus Dei no dispone de ninguna información sobre el caso. Si la acusación se demostrase cierta, sería particularmente doloroso por el daño hecho a la Iglesia", añadió. "Monseñor Vallejo pertenece a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, asociación de presbíteros intrínsecamente unida al Opus Dei, que no tiene el derecho de intervenir en el ministerio pastoral ni en los trabajos que los socios desarrollan en sus diócesis o en la Santa Sede", agregó la Prelatura.

Añadió que "la misión de la asociación es el acompañamiento espiritual de sus miembros" y subraya que Vallejo "fue llamado a trabajar en Roma por la Santa Sede, de acuerdo con su obispo (diócesis de Astorga, España)".

Informa además que "la prelatura del Opus Dei no intervino ni supo de esa decisión hasta que se hizo pública: los superiores de Monseñor Vallejo son los de la Santa Sede y el obispo de la diócesis donde está incardinado (Astorga)".

El religioso español fue detenido junto a la seglar italiana Francesca Chaouqui, que también fue miembro de la Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (Cosea). Chaouqui, de 32 años, fue nombrada en 2013 por el papa como uno de los ocho miembros de la comisión del organismo creado por el pontífice para la transparencia de todas las entidades financieras de la Santa Sede, a excepción del Instituto para las Obras de Religión (IOR).

La italiana había trabajado anteriormente en la multinacional Ernst&Young Italia.