Decenas de zapatos rojos en la plaza de Sintes de Teror, al igual que ocurrió en prácticamente todas las localidades de Gran Canaria, dramatizaban en la villa mariana el apoyo cerrado a las víctimas de la violencia machista.

Unos zapatos que, poco antes del mediodía, eran pintados por los estudiantes del instituto del municipio con mensajes en su interior que reivindicaban que la felicidad es un derecho, "y tú no eres nadie para quitármelo".

El presidente de la Asociación de Empresarios de Teror, Pedro Campos, y con la asistencia de los miembros de la corporación municipal, leía un manifiesto en el que subrayaba que el "número de muertes es sólo lo que se ve, lo peor es lo que no se ve, ya que la violencia de género es un concepto aún más amplio que una cifra de fallecimientos, y que comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad".

Campos abogaba por la educación a las generaciones más jóvenes, "para que en un futuro no muy lejano lleguemos a conseguir una sociedad más justa, donde el día 25 de noviembre, no tengamos ninguna víctima que lamentar y ningún maltrato que denunciar".