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Tres generaciones de emprendedores

Heriberto Rodríguez, Gabriel Falcón y Gustavo Cabrera, antiguos alumnos del CIFP Cruz de Piedra, comparten en el centro la historia de sus éxitos y fracasos

De izquierda a derecha, Heriberto Rodríguez, Gabriel Falcón, Gustavo Cabrera y Pedro Reyes. QUIQUE CURBELO

Tres emprendedores de tres generaciones diferentes protagonizaron ayer la tercera jornada de la Semana del Emprendimiento que celebra hasta este viernes el Centro Integrado de Formación Profesional Cruz de Piedra. Además de su iniciativa empresarial, Heriberto Rodríguez, Gabriel Falcón y Gustavo Cabrera comparten sus orígenes: los tres se formaron en el mismo centro en el que ayer compartieron la historia de sus triunfos, sus fracasos y sus aprendizajes.

"El objetivo de esta mesa redonda con antiguos alumnos es demostrar que cualquiera de ustedes, con vocación, tenacidad y esfuerzo, puede ser emprendedor", señaló ayer al alumnado el director de la iniciativa, Pedro Reyes. Las exposiciones que brindaron ayer los tres antiguos alumnos del centro de Cruz de Piedra aúnan las distintas caras de la aventura de emprender: la consolidación de una empresa con proyección internacional, el naufragio de una iniciativa por falta de sostenibilidad económica y el despegue prometedor de una empresa pionera en Canarias. Sin embargo, aun con las distintas experiencias y resultados en los tres casos expuestos, los ponentes coinciden en dos aspectos fundamentales: que el fracaso forma parte del aprendizaje de emprender y que el camino es, al principio, difícil, pero ese camino es el que puede conducir al éxito.

"El camino es duro al principio, pero no hay que perder la ilusión"

El empresario Heriberto Rodríguez formó parte de la primera promoción de alumnos del CIFP Cruz de Piedra, fundado en 1982. Después de cursar sus estudios en Comercio Exterior, Heriberto recaló en una empresa de artículos de ferretería, hasta que un conocido le sugirió montar una empresa en Elche. "El tren pasa una vez en la vida", afirma. Aquel primer intento no prosperaría, de manera que en 1995 decidió regresar a Canarias y montar una empresa de artículos floristería. "El camino fue muy duro al principio", confiesa. "Por aquel entonces, no existía ningún tipo de subvención, como hoy, así que fue una lucha constante durante un año". Sin embargo, Heriberto sostiene que la clave es que "no hay que perder la ilusión".

"Cuando mi empresa creció, empecé a bordar la parte del comercio exterior y realicé varios cursos de floristería para identificar las necesidades de mis clientes; luego, empecé a moverme por toda Europa, visitando todas las ferias que podía", relata el emprendedor, que hoy importa artículos de distintos países de Asia y Europa. "A veces, hago hasta 80 viajes al año, apenas veo a mi familia, pero puedo decir felizmente que ya estamos afincados en las siete islas", apunta. "Me ha costado muchas noches sin dormir, muchos aeropuertos y muchos divorcios, pero lo he logrado y, sobre todo, he disfrutado mucho con mi trabajo".

"Hay que ser original, venderse bien

y echarle cara"

El primer consejo de Gabriel Falcón, especializado en Administración y Finanzas, es que "es fundamental seguir formándose al salir de aquí si quieres conservar tu puesto de trabajo". Actualmente, Gabriel trabaja en Seguridad Integral Canaria, pero en 2007 se aventuró a crear De Belingo Eventos, una empresa de organización de eventos que permaneció en activo durante un año y medio. "La idea surgió entre tres antiguos compañeros del CIFP Cruz de Piedra, mientras jugábamos a las cartas", revela, "cada uno invirtó un capital inicial de 1.000 euros para poner en marcha la empresa".

"Organizábamos despedidas de solteros/as, fiestas en barcos o romerías, aunque funcionamos, sobre todo, como intermediarios entre los locales y los particulares", explica. "No triunfamos, pero lo pasamos pipa", reconoce, entre las risas del público. Durante ese periodo de aprendizaje, Gabriel apunta que las claves para impulsar una empresa propia son "ser original, venderse bien y echarle cara". "Nosotros llegamos a organizar hasta la fiesta de una separación, ¡hay que tener la mente abierta!, revela, y añade que "aunque ahora la empresa está sin actividad, aprendimos mucho de la experiencia".

"Empezamos desde la nada y hoy somos una empresa pionera"

Con sólo 24 años, Gustavo Cabrera preside desde 2012 su propio proyecto empresarial de mantenimiento y asesoramiento de vehículos antiguos. Impulsado junto a otros estudiantes del Ciclo Superior de Automoción y con el apoyo del propio centro de Cruz de Piedra, Car Home Services es hoy una empresa pionera en Canarias en brindar este servicio integrado y ha recibido premios en reconocimiento a su innovación. "Comenzamos sin dinero, vamos, cero euros", señala Gustavo. "No fue fácil, empezamos limpiando coches a la intemperie, sin taller, por 10 euros, que invertíamos en comprar más material para limpiar", relata.

"Dedicamos mucho esfuerzo y tiempo en darle un giro a nuestra actividad y nos especializamos en vehículos antiguos, para los que ofrecemos un servicio de protección, mantenimiento y restauración", explica Gustavo, que ha tratado vehículos de los años 30 o 40 e, incluso, "uno que perteneció a Franco". Actualmente, la empresa cuenta con cinco trabajadores en dos departamentos para distintas tareas, que incluye la celebración de eventos con vehículos antiguos. Su consejo es "muévete mucho, date a conocer y trabaja duro".

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