El primer animal transgénico legalizado en Estados Unidos para el consumo humano es un salmón al que le va a costar mucho esfuerzo llegar al plato, vistos los recelos que ha despertado en ambos lados del Atlántico.

A pesar de la reciente autorización de la agencia estadounidense de alimentos y medicamentos, el salmón de la empresa AquaBounty ha vuelto a enfrentar a los defensores y detractores de los organismos modificados genéticamente (OMG). En su caso, se sirve de una mayor producción de hormona de crecimiento como resultado de un gen importado de otra especie de pescado para crecer en menos tiempo del que necesitaría de forma natural. El especialista en Pesca de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Devin Bartley, afirmó que se trata de "un paso adelante" en "las medidas inocuas y respetuosas con el ambiente".