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Entrevista a Mikel Erentxun

"Llevo 30 años en la música, pero soy un artista de gran presente y futuro"

"Me gusta el sonido analógico y me niego a que solo se pueda acceder a mi música por la vía digital", asegura el músico y cantante

Imagen promocional de Mikel Erentxun para el disco 'Corazones'. LP / DLP

En Corazones

Afortunadamente me encuentro muy bien. Tuve un problema de corazón hace tres años y el paso por el hospital fue el detonante de Corazones. Ese paso por el hospital supuso un antes y un después, y decidí, al salir del hospital, contar todo lo que había pasado por mi cabeza durante la estancia en el hospital. En este sentido, Corazones me ha servido como terapia. Nunca había hecho un trabajo tan personal, en el que escribo la música y las letras. Y encima, para rizar el rizo, las interpreto. Es decir, una de mis antiguas fantasías era tocar todos los instrumentos en un disco. En este sentido, Corazones es un disco irrepetible. Hace un año que salió a la calle y estamos en los últimos coletazos de una gira que he llamado A corazón abierto.

Acaba de cumplir usted 50 años y 30 en la música. ¿Qué balance hace de su trayectoria?

Ahora me encuentro en un momento dulce. Llevo ya unos años en los que me encuentro muy a gusto conmigo mismo, con mi voz, con mi forma de cantar y de escribir. Estoy disfrutando muchísimo. Yo creo que estos 50 años me han sentado bien. Jamás pensé que iba a durar tanto encima de un escenario y, lo que es mejor, me veo con mucho futuro. Soy un artista con un gran presente y mucho futuro. Entonces, estoy muy contento.

¿Se siente distinto respecto al joven de los primeros años en Duncan Dhu? ¿Más reflexivo?

Han cambiado muchas cosas. Aunque soy la misma persona, tengo 30 años más: me he casado, me he separado, me he vuelto a casar, tengo hijos, he tocado por todo el mundo, he pasado por un hospital, se ha muerto gente a la que aprecio, ha nacido otra gente... Mil cosas. Y todo eso es un cambio brutal. Y en lo musical, pasa lo mismo. 30 años en la música dan para aprender y para saber sacar buenas conclusiones. Creo que ahora disfruto más, si cabe, de mi trabajo. Evidentemente, ya no hay la frescura que tenía antes, pero ahora hay una solidez, una madurez y un respeto que, sinceramente, no lo cambio por nada.

Corazones también ofrece un recorrido por las referencias que conforman su sonido. ¿Qué artistas le han influido más?Corazones

Bueno, con la edad me he vuelto un artista algo más anclado en esa amalgama de todo lo que me ha gustado siempre y que no dejan de ser cosas superclásicas: Bob Dylan, Elvis, Beatles... Todo lo que escuchaba cuando era pequeño y que sigo escuchando ahora. En realidad trato de que las novedades musicales me emocionen, pero al final son muy pocas las que lo logran tanto como me puede emocionar un disco de Dylan.

En este trabajo ha optado por grabar en analógico. ¿Qué ventajas encuentra?

Afortunadamente, siempre he grabado en analógico. Lo que pasa es que últimamente hago bandera de ello. No es una pose. Me gusta el sonido y cómo se trabaja cuando se hace en analógico, pero hacerlo se ha convertido en una pequeña utopía. Yo sigo teniendo una visión muy romántica de la música y del negocio y me gustaría que mis discos se sigan editando en soporte físico y analógico. Me niego a que solo se pueda acceder a través de lo digital.

¿Es usted un apasionado del universo de los vinilos?

Sí. Ahora se ha vuelto a poner de moda y eso sirve para que sea más fácil comprar una aguja, unos platos y para que las tiendas tengan un espacio en sus ventas dedicado al vinilo. Con lo cual, bienvenida sea esta moda. Ahora mismo, se fabrican vinilos de muchísima calidad. Esto antes no se hacía, con lo cual me parece algo bueno.

¿Lo encara desde la perspectiva de la nostalgia o realmente es mejor sonido?

No creo que sea cuestión de mejor ni peor, sino de gustos. A mí me parece más puro, más orgánico, más cálido. Y al final, para mí, acaba siendo éste el sonido que me toca la fibra y que me emociona. Pero es una opción personal. En la música, afortunadamente, no hay mejores ni peores. Hay un me gusta más y me gusta menos. Y a mí me gusta más este tipo de sonido.

¿Qué preocupaciones aborda en las letras de este disco?

Este trabajo gira en torno a la pregunta vital de qué pasa ahora. En este momento en que tengo 50 años y mi vida se tambalea, miro hacia atrás y hacia adelante; repaso mi vida en dos segundos, hago unos planes de futuro en torno a mis amigos, mi familia, el amor o el desamor. Son las preguntas que uno se hace cuando se encuentra al borde de la vida. Es un disco bastante personal y un trabajo, en este sentido, un poco duro. Ahora estoy trabajando canciones para el nuevo disco y son algo más ligeras. Este disco lleva una carga emocional extra que será difícil de repetir y de igualar.

¿Está dirigido a un público concreto?

Evidentemente hablo de cosas desde el prisma de un tío de 50 años, con lo cual entiendo que se va a identificar mejor la gente próxima a esta edad. Pero la música no conoce barreras y a mí me gusta pensar que con cada disco siempre conquistas a alguien nuevo. Me gusta pensar que eso pasa. A lo mejor no ocurre, pero digamos que el grueso de mi público se mueve entre los 30 y los 50 años.

¿Cómo plantea sus directos? ¿Hará un recorrido por sus clásicos o presentará algunas sorpresas para el público más experto en su discografía?

El directo está centrado en mi último trabajo pero recorro toda mi trayectoria. Celebramos que llevo 30 años en la música y es un buen momento para hacer ese recorrido y echar la mirada atrás.

¿Su próximo proyecto es en solitario o va a recuperar el formato Duncan Dhu que aparcó con la gira de 2013?

Esa gira de 2013 no está aparcada. De hecho este verano, por esa gira que se llamó Duelo y que venía acompañada por un disco nuevo de Duncan Dhu, se interrumpió porque Diego (Vasallo) tuvo unos problemas de espalda que le impidieron continuar y ha estado un año entero para recuperarse. Ya está completamente recuperado y este verano vamos a retomar unos cuantos conciertos con Duncan Dhu de los que dejamos de hacer el año pasado. Así que haremos una docena de conciertos, alguno en territorio americano, y después de eso vuelvo a mi trabajo en solitario, que consistirá en grabar un disco nuevo.

¿Qué recuerdos guarda de sus visitas a Canarias?

Yo no soy nada bueno contando anécdotas. Es cierto que he tocado muchas veces en Canarias, afortunadamente. Prácticamente, en todas las islas, aunque habitualmente vamos más a Tenerife y Gran Canaria. El trato es increíble. La gente siempre nos ha tratado muy bien, desde los comienzos de Duncan Dhu. A mí me encanta la gente canaria. Me encanta la comida y la verdad es que este pequeño periplo canario que se me presenta este fin de semana, con dos conciertos, me apetece muchísimo. Además, vamos a dos teatros que son muy bonitos. Tengo muchas ganas y espero que la gente lo disfrute tanto como siempre.

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