Un grupo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en colaboración con la Universidad de Bolonia, han evaluado el riesgo de intoxicación aguda y el potencial carcinogénico asociado a la exposición a contaminantes orgánicos e inorgánicos persistentes, muy prevalentes en el medio y que llegan a los individuos a través de la dieta.

El estudio se llevó a cabo en 93 muestras de alimentos que incluían diversas especies de pescado (blanco y azul), cefalópodos y otros productos del mar. Se concluyó que los niveles de ingesta estimados para todos los compuestos fueron menores a la ingesta diaria admisible.

Los resultados mostraron que el pescado azul presentaba la mayor cantidad de pesticidas organoclorados, bifenilos policlorados y benzopireno. No obstante, los niveles de ingesta pueden considerarse bajos, excepto para el hexaclorobenceno y el arsénico. En todo caso, los niveles de ingesta estimados para todos los compuestos fueron menores a la ingesta diaria admisible. El riesgo de toxicidad aguda asociado al consumo de estos contaminantes a través de los alimentos estudiados también fue bajo, según indican los investigadores.