Un total de 62 mujeres que viven en Canarias tienen un dispositivo activo para evitar a sus maltratadores. Todas están incluidas en el Sistema de Seguimiento Integral de los Casos de Violencia de Género (Viogén) del Ministerio del Interior, que tiene como objetivo evaluar el riesgo de las víctimas de violencia machista y darles el seguimiento y protección adecuados.

Estas pulseras GPS para agresores, hasta el 30 de junio de 2016, había 835 activas en el conjunto del Estado, mientras que en el mismo mes del pasado año eran 739. Andalucía es la autonomía que cuenta con un mayor número de dispositivos activos (266), seguida de Madrid (141), Comunidad Valenciana (113), Canarias (62) y Castilla y León (44).

En España, 51.773 mujeres maltratadas se encuentran en situación de riesgo, de las que 732 son adolescentes y 139 se encuentran en un nivel alto de peligro para su vida, según las últimas cifras oficiales a fecha 30 de junio. A todas estas mujeres va dirigido el nuevo protocolo policial para la seguridad de las víctimas de violencia machista y la valoración de su nivel de riesgo, que incorpora consejos para reforzar su autoprotección y la de sus hijos.

De las 51.773 maltratadas, cuatro están en riesgo extremo; 135 en riesgo alto; 3.048 en nivel medio; y 14.044, en bajo, mientras que 34.542 cuentan con "un riesgo no apreciado". Interior considera a todas estas víctimas como "casos activos" con lo que son objeto de atención policial, aunque el nivel de riesgo puede evolucionar y cambiar las circunstancias con el paso del tiempo.

La intensidad de la protección policial varía en función de los niveles de peligro -bajo, medio, alto o extremo-, mientras que cuando la calificación es de riesgo "no apreciado" se establecen medidas de seguimiento -revisión del nivel cada tres meses- y medidas policiales de protección, si fuera preciso.

La mayoría de las víctimas, 37.411, son españolas y 14.362 son extranjeras. Entre las 732 adolescentes, de 14 a 17 años, no hay ninguna que se encuentre en riesgo extremo, aunque hay tres que viven en riesgo alto; 51, en medio; 249, en bajo; y 429 tienen un riesgo no apreciado. De todas estas menores, la mayoría son españolas: 607 frente a las 125 extranjeras.