La consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha sido uno de los primeros departamentos de toda España en unirse a la iniciativa SueñON, un proyecto del Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Economía y Competitividad, impulsada por enfermeras y dirigida a toda la sociedad con el fin de promover el descanso de las personas hospitalizadas.

Esta iniciativa se ha comenzado a poner en práctica en los cuatro hospitales de las islas capitalinas: Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín, Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil (Gran Canaria), Hospital Universitario de Canarias (Tenerife) y Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Tenerife). En estos centros los profesionales del campo de la enfermería adheridos a la campaña portan en sus uniformes un distintivo en forma de nube mediante el cual identificar su compromiso con mejorar el descanso de los pacientes.

De esta manera, más de 100 enfermeras y enfermeros en Canarias ya se han unido a la campaña, por lo que se comprometen a cuidar del sueño de los pacientes durante su estancia hospitalaria. SueñON viene a reforzar los planes de humanización que cada vez cobran más importancia en los centros hospitalarios del Servicio Canario de la Salud (SCS).

Existen estudios que confirman que entre los factores que alteran el sueño de los pacientes ingresados en un hospital están el cambio en los horarios de descanso y las interrupciones nocturnas, debidas a la luz excesiva, las rutinas y cuidados de enfermería, al compañero de habitación, al ruido en la unidad de hospitalización, a que la temperatura de la habitación sea la adecuada y al dolor, fatiga, miedo o preocupación del propio paciente. A todo esto, se añaden las siestas diurnas propiciadas por el tiempo que deben permanecer en la habitación.

La salud del paciente

Para empezar a mejorar el descanso, la campaña SueñON propone adoptar una serie de medidas de fácil implantación, basadas en estudios científicos como: apagar las luces del control de enfermería que no sean necesarias para favorecer el ambiente nocturno; cerrar las puertas de las habitaciones, evitando que entren las luces del exterior; o abrir las persianas ligeramente entre las 07.00 y las 08.00 horas permitiendo la entrada de luz gradual, lo que favorece un correcto fotoperiodo diurno.

Estas acciones, juntamente con otras que tienen en cuenta la cronobiología humana, pueden contribuir a reducir la estancia hospitalaria, las complicaciones médicas y quirúrgicas y la morbi-mortalidad del paciente.