El número de alumnos que estudiarán en centros públicos y concertados de Canarias entre los niveles de Infantil y Bachillerato y Formación Profesional bajará en 3.062 en el nuevo curso respecto al anterior, hasta 308.161, según ha anunciado hoy la Consejería de Educación regional.

Solo en el Bachillerato y la nueva FP Básica creada con la última ley de educación, la LOMCE, subirá la cifra de estudiantes, pasando, respectivamente, de 28.749 a 28.978, con 229 más, y de 2.478 a 2.773, con 295 más, frente al descenso que se da en los demás grados de la enseñanza, conforme a datos que ha facilitado la consejera del área, Soledad Monzón (CC), al informar del inicio del curso.

En él comenzarán a desarrollarse objetivos estratégicos que se ha planteado el actual Gobierno autónomo para mejorar la calidad de la enseñanza, como ampliar de 24.000 a 42.000 los beneficiarios del programa de libros de texto gratuitos, incrementando la inversión destinada a ello de 2,2 a 8,7 millones de euros, ha destacado.

Empezar a aplicar el llamado Plan de Impulso a las Lenguas Extranjeras, ampliando en medio millar de centros las horas lectivas que se imparten en otro idioma, desde tres sesiones semanales en algunos casos hasta entre el 30 y el 50 % de todas las clases de cualquier asignatura en otros, es otra de esas medidas novedosas, según ha expuesto Monzón.

La consejera ha subrayado que, al tiempo, se multiplicarán las acciones encaminadas a mejorar la formación en lenguas extranjeras de los docentes, aumentando de 1.085 a 2.000 las plazas reservadas para ellos en las escuelas oficiales de idiomas.

El Ejecutivo promoverá también "otra inmersión transversal además de la de los idiomas" en el sistema de enseñanza público del archipiélago, la incorporación de contenidos canarios que contribuyan a un mayor conocimiento del patrimonio cultural e histórico propio y, al tiempo, al reconocimiento de "elementos que hoy nos identifican como canarios", ha añadido.

Y ha expuesto que, para lograr esa meta, "la medida más inmediata" que se ha adoptado es reservar horas del profesorado para que pueda trabajar los contenidos canarios en sus centros.

Otro propósito que ha recalcado es el de incrementar la dotación tecnológica de los colegios de las islas, tanto con la instalación de banda ancha de comunicaciones, que llegará este año a casi un millar de centros y se prevé que se extienda a todos de aquí a 2018, como con la adquisición de ordenadores, impresoras y otros equipos.

En ello se han invertido de cara a este curso casi dos millones de euros, comprando 1.089 ordenadores para aulas de Infantil y Primaria y 1.250 más, además de un centenar de impresoras 3D, para otras de Secundaria, ha detallado.

Todo ello en el marco de un proyecto que establece el objetivo de digitalizar todos los centros educativos públicos en 2020, mediante una inversión que se calcula superará los 43 millones de euros, ha explicado.

La consejera de Educación ha afirmado que esas y otras medidas que prevé poner en marcha su departamento han sido "fruto de un primer año de gestión que se ha dedicado al análisis y a la detección de las necesidades de la comunidad educativa", a fin de "contar con un diagnóstico de la educación en Canarias" que guiara las actuaciones a desarrollar para su mejora.

Desde ese planteamiento, Soledad Monzón ha restado importancia a críticas que le han dirigido sindicatos del sector que la acusan de no cumplir compromisos adquiridos con ellos para que los docentes tengan unas condiciones de trabajo más favorables.

Su argumento ha sido que todas esas demandas "son aspectos incluidos en el calendario marcado al principio de la legislatura con los sindicatos en la mesa de negociación" y a los que se pretende dar respuesta con el tiempo, pero que para eso es preciso que se retome el diálogo en el nuevo curso, cuando -ha dicho- "se seguirá avanzando en ello".