El líder de los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), Lutz Bachmann, tuvo que dimitir como cabeza visible de ese movimiento por un "selfie" imitando a Adolf Hitler, apenas meses después de irrumpir como de la nada en la política y arrastrar a multitudes con consignas xenófobas.

Cocinero de formación, de 41 años y abultados antecedentes, a Bachmann no le importó desde su cuenta en Facebook organizar, casi de la nada, ese movimiento sin estructura organizativa ni plataforma clara, desde que en octubre de 2014 convocó su primera marcha en Dresde (este de Alemania), que secundaron 350 seguidores, hasta dispararse al récord de 25.000.

Según informes de la inteligencia alemana, el flautista de Dresde es un hombre inteligente, y ambicioso pero que, por su forma de ser, siempre ha fracasado en alcanzar sus metas.

Ahora, Lutz Bachmann vive en el sur de Tenerife, en Los Cristianos, con su familia y dice haber encontrado un empleo suministrando servicios en el sector de la renovación hotelera y márketing al sector turístico, según ha pubicado el periódico ABC.

En un vídeo que el líder alemán ha publicado en Facebook, Bachmann afirmó que se encuentra en Tenerife "huyendo" de los refugiados que residen ahora en alemana y a los que tilda de "ganado" y "escoria". Como no soporta a los inmigrantes refugiados en Kesselsdorf, cerca de Dresde, ha optado por venir a vivir con su esposa a la Isla. En su perfil de Facebook, el líder islamófobo agrega que cada dos semanas visita su país como "una muestra de resistencia".

"Hemos sido perseguidos", asegura Bachmann. "Entraron en mi casa cuatro veces, hicieron explotar mi coche. Esto es necesario por mi seguridad y la de mi familia", explica.

Bachmann asegura que "no importa dónde uno se gane el pan si defiende sus ideas con entereza" y que no había revelado antes su nuevo domicilio porque se lo desaconsejaron por razones estratégicas. Con todo, anuncia que retornará a Dresde el lunes próximo para someterse a una moción de confianza entre sus seguidores, si bien no explica cómo piensa ejecutar esa iniciativa.

España se ha convertido, entretanto, en lugar de retiro preferido de la ultraderecha alemana. Hace dos años el que fue presidente del neonazi Partido Nacionaldemócrata Alemán (NPD) Holger Apfel se mudó a Mallorca, donde gestiona un bar frecuentado por turistas de su país.