"Una de las grandes armas de guerra es la violación". La periodista Georgina Higueras no se anduvo ayer con medias tintas a la hora de enjuiciar los horrores que contempló como corresponsal en conflictos bélicos para medios como El País, Cadena Ser o Efe. La veterana periodista ofreció en el Gabinete Literario la ponencia Madre y corresponsal de guerra, en la que aportó la visión de una mujer ejerciendo un oficio de alto riesgo que hace tres décadas era un coto privado de hombres. Esa condición le permitió extender una mirada diferente, que se posó precisamente sobre el factor femenino. "Las mujeres en estos conflictos son las que llevan la peor parte. Al final de la Segunda Guerra del Golfo se calculó que habían quedado 800.000 viudas", añadió.

La Primera Guerra del Golfo (1990-1991) centró una parte importante de la charla de Higueras. Si bien la periodista vivió los prolegómenos del conflicto en Bagdad, el inicio de los bombardeos la cogió en Israel y no pudo entrar a Irak. No obstante, optó por cubrir los efectos del conflicto en países como Siria, Turquía o la propia Israel. A su juicio, ésa fue "una guerra de fuegos artificiales. Estados Unidos se dedicó a probar todo tipo de armas". También criticó la resolución de este conflicto, que dejó las puertas abiertas a la segunda guerra más de una década después: "Si hubieran llegado hasta Bagdad, se podrían haber cargado a Sadam Husein, al que nadie habría llorado, y se habría evitado la guerra de 2003. Da la impresión de que EEUU no tenía una estrategia para después de la guerra".

El embargo que se extendió entre ambos conflictos asfixió económicamente al pueblo iraquí, como Higueras pudo comprobar. "Hasta la guerra eran tan ricos con el petróleo que no se preocuparon por tener industria. Después llegó la malnutrición y las familias lo vendían todo para comprar leche", dijo.

Higueras estuvo en Afganistán durante los años de ocupación soviética (1979-1989). "Estados Unidos comparaba a los radicales islámicos con los fundadores de la patria y los llamaba luchadores por la libertad", recordó. Además, aseguró que en aquella época la mujer no estaba obligada a llevar burka: "Cuando llegué, en 1987, las mujeres llevaban la falda más cota que yo. Era un régimen comunista en el que la mujer estaba plenamente integrada en la sociedad."

La charla de Higueras es la tercera y última del ciclo Periodismo en zonas de guerra, que se ha venido celebrando estas semanas en el Club LA PROVINCIA y el Gabinete Literario. Los anteriores ponentes fueron Alfonso Armada y José Naranjo.