¿Ya tienen un medicamento para cada enfermedad?
Tenemos medicamentos para mejorar los estados de depresión y para controlar los síntomas de ansiedad y lo florido de los síndromes psicóticos. Buscamos la funcionalidad del paciente en la sociedad, reducida lastimosamente a menos de la mitad de ellos.
¿Los psiquiatras han logrado que todos estemos locos?
Quizás sea una deformación del oficio. Las enfermedades mentales tienen identidad propia, poseen autonomía. Vemos cada vez más enfermedades cerebrales que tienen una manifestación mental. La mente es la expresión del cerebro, al igual que el movimiento es la expresión del músculo.
¿Las personas controlan su estado de ánimo con la psicofarmacología cosmética?
En los años ochenta, el Prozac permitió que las enfermedades mentales salieran del armario. Sin embargo, tiene indicaciones previas, no siempre es útil y cuenta con efectos secundarios. La automedicación es la excepción y no la norma.
Yo no tengo depresión, soy vago.
Disponemos de criterios para definir la depresión con claridad. Hay cambios de funcionamiento en unidades de tiempo determinadas y componentes que afectan a la vida personal, social y laboral.
Soy un fan de la serie colombiana 'Pablo Escobar'.
Escobar fue un epifenómeno del narcotráfico que colocó a mi país en el ojo del huracán. Los líderes del narco adoptaron una actitud mesiánica, se sintieron dueños del país y por qué no del mundo. Estamos cerrando la última página de la espiral de violencia que desencadenaron.
¿Colombia está en paz?
Está en el pasillo de entrada de la paz, así lo han entendido los ejércitos regulares y la guerrilla.
¿Por qué se perdió el referéndum?
Ni el mismísimo presidente Santos tiene una respuesta concreta. La frustración ante el resultado proviene de un proceso basado en la desinformación, y generado sobe todo por sectores de derechas. Decían que íbamos a entregar el país a la guerrilla o que se facilitaba la entrada del castrochavismo. El destino de una lucha armada con ideas políticas tiene que ser el parlamento.
¿Los terroristas no han de sufrir castigo?
Ha habido reconocimiento, tras una guerra sangrienta. Si no perdonamos, no saldremos de la noche oscura de Colombia. Las víctimas de las FARC son las que más han reclamado que se ratifique la paz, el no del referéndum se concentra en las ciudades.
¿Los terroristas están locos?
Me atrevo a decir que un terrorista ofrece muchas señales de enfermedad mental, y que el terrorismo se centra en el control de personas perturbadas. El señor que arrolla con un camión en Niza y el que coloca una bomba en un centro comercial de Medellín tienen un psiquismo parecido.
¿Peor están en Venezuela?
Venezuela desperdició su oportunidad de oro, con el barril de crudo a 125 dólares. La necesidad de practicar el cheguevarismo les olvidó de ahorrar para el invierno. Somos países hermanos y el flujo se ha invertido, hoy Colombia recibe a refugiados venezolanos.
¿Hay pacientes que prefieren sufrir a confesar su mal?
La gran mayoría. En Europa solo se trata una depresión de cada cuatro. En Colombia, una de cada diez.
¿Cuántas personas normales conoce?
Si la normalidad es la condición que más se repite, a muchas. Si es el magnífico equilibrio en su integridad, a muchas menos. La ansiedad es el precio que pagamos por pensar.
¿Ha dudado alguna vez de su salud mental?
Muchas veces. La salud mental no está descrita como ausencia de enfermedad, sino como capacidad de adaptación a las circunstancias, y a todos se nos ha tronchado un pie emocional en algún momento.
¿El suicidio causa más muertes que la guerra?
Hoy en día sin duda. Cuando los países se desarrollan, disminuyen los homicidios y aumentan los suicidios. Y puede concluirse que el 95 por ciento de los suicidas padecía una enfermedad mental.
Leo Rodrigo Córdoba y me dan ganas de conquistar al imperio inca.
Como Rodrigo de Triana en La Isabela. América Latina es un libro abierto al mundo, con enseñanzas milenarias y técnicas avanzadas de los incas o aztecas que no hemos logrado recuperar.
¿Estamos más tristes que hace veinte años?
Hemos perdido la ilusión y la motivación. Deberíamos estar celebrando la madurez de este planeta, y dejamos que nos estalle el globo en la cara. Nos hemos hecho más apáticos.
