Rafael Robaina Romero es desde ayer el cuarto rector en la historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). El catedrático de Fisiología Vegetal y licenciado en Ciencias del Mar, que en el último cuatrienio asumió el Vicerrectorado de Títulos y Doctorado con José Regidor como máxima autoridad en la institución grancanaria, reiteró ayer el compromiso de liderar una Universidad "por y para la ciudadanía" que se erija igualmente como motor de transformación de la sociedad canaria a través del conocimiento, y cantera del nuevo tejido empresarial.

Con el título de Educar para transformar el discurso del ya nuevo rector ante una poblado aforo presidido por el jefe del Ejecutivo canario, Fernando Clavijo, representantes de la comunidad educativa y universitaria, los anteriores rectores de la ULPGC, y autoridades políticas y militares, Rafael Robaina esbozó varios de los frentes que marcarán su gestión y la del equipo de gobierno. Como quiera que la propuesta de Educar para transformar obliga a "avanzar hasta la definición de un perfil de enseñanza y aprendizaje con el que poder recuperar las condiciones para la mejor docencia posible", Rafael Robaina, en este sentido y en su primer acto público como rector, se mostró partidario de medir la activivad docente para mejorar los resultados.

Aunque enfatizó en su alocución que "nuestro profesorado es un profesorado comprometido y de calidad que obtiene las mejores calificaciones de sus estudiantes, aún cuando se han visto forzados a una adaptación al Espacio Europeo poco programada en España, casi improvisada, con grandes restricciones económicas y con la presión añadida del posicionamiento en los rankings", subrayó que en la actualidad "el profesorado universitario se ha convertido en un profesorado orquesta", simil que utilizó para glosar las competencias que asume el colectivo docente con la impartición de clases, seminarios, prácticas de laboratorio, tutorías, correcciones de exámenes, dirección de tésis, búsqueda de financiación, además de cargas burocráticas inherentes al puesto que desempeña.

Según Robaina, "medir toda esa actividad y sus resultados es lo realmente importante en un tiempo en el que se impone la valoración del trabajo por objetivos que ya empieza a aplicar muchas administraciones, incorporando la posibilidad del trabajo desde casa sin presencia física". Y aunque la ULPGC "dispone afortunadamente de un marco reglamentario que mide toda esta actividad del profesorado", a su juicio, "este instrumento ha de ser modificado para mejorar las condiciones en las que nuestro profesorado desarrolla su labor docente". De igual manera, el rector reconoció que "como docentes, debemos cambiar algunas de esas rutinas".

En este contexto, insistio Robaina en "avanzar hacia una docencia más integrada en el nuevo contexto social que nos reclama la inclusión de nuevas competencias más acordes con el mercado de trabajo". Una docencia destinada a "un nuevo tipo de estudiante con diversidad racial y social y con diferencias en su acervo académica, que facilite la incorporación de estudiantes de FP y atienda a sus necesidades", que según afirmó "nos permita abordar su formación teniendo en cuenta el área de estudio, para un estudiante que reclama claros resultados del aprendizaje y el diseño de nuestro modelo para el e-learning, asumiendo que la tecnología es el instrumento y no el fin".

Robaina juró ayer el cargo en el Paraninfo en presencia del presidente canario Fernando Clavijo; la consejera de Educación, Soledad Monzón; la rectora accidental Trinidad Arcos, quien le impuso la Medalla de Rector y le entregó el bastón de mando de la institución; el presidente del Consejo Social, Ángel Tristán Pimienta; los ex rectores de la ULPGC, Manuel Lobo y José Regidor; el rector honorario de la ULPGC, Francisco Rubio Royo; y el rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón. "Queremos abundar en la misión social de la universidad y que esto redunde de manera inmediata y tangible sobre la sociedad canaria: que ayude a transformarla", sentenció Robaina. El rector insistió en que "las universidades públicas constituyen un referente social inigualable" y que "la universidad ya no funciona por medio de un catálogo de titulaciones, sino que diseña las suyas propias" en aras de implementar la calidad, dijo.

Con el objetivo de adaptar la institución a las necesidades del mercado y ser más visible en el contexto europeo y latinoamericano, donde la ULPGC contribuye al "nacimiento de la nueva generación de empresarios de Canarias", Robaina mostró su confianza en captar más recursos económicos de cara a la investigación, aunque dejó claro que "todo el dinero es poco" para que crezca la ULPGC.