182 inmigrantes, la mayor parte con origen en Bangladesh, fueron rescatados en aguas de Sicilia el pasado 15 de enero por el buque Eco de la Armada Británica para desembarcar después en la costa italiana de Reggio Calabria. A bordo, 176 hombres y seis mujeres, entre los que se encontró un buen número de menores, sirven como ejemplo de la tragedia de refugiados y emigrantes que ha convertido el Mediterráneo en el cementerio de Europa. Agentes de la Cruz Roja italiana, la prefectura de la ciudad costera y Cáritas se encuentran comprometidos en el suma y sigue que hoy represen-tan las actividades de asistencia sanitaria y humanitaria. Y entre ellos, inmersos en estos episodios que se dan semana tras semana en el corazón de Europa, colabora un grupo de alumnos del IES Primero de Mayo, de las Palmas de Gran Canaria, emisarios canarios de valores solidarios, profesionalidad y compromiso hacia los más necesitados.

Almudena Pulido, Daiana Daniela Luna Yome y Txeneri Vega Casaña son los tres primeros embajadores del Proyecto Erasmus + KA102 para Formación Profesional, cofinanciado por la Unión Europea con un presupuesto bianual de 60.000 euros, denominado Ayuda sanitaria y asistencial a Refugiados e inmigrantes en el que participan alumnos y postitulados de las Familias Profesionales de Técnicos en Emergencia Sanitarias, Auxiliares de Enfermería y Técnicos en Farmacia y Parafarmacia.

Marco Gil Alonso, doctor en Farmacia, Jefe de Estudios del IES Primero de Mayo y Coordinador Erasmus, es el promotor de este proyecto que se presenta con un doble objetivo. Por un lado, según apunta, potencia el valor humanitario y solidario con hechos concretos, y por otro, ofrece una oportunidad para completar una formación con experiencia real, en la zona cero de la tragedia, para profesionales de atención primaria en un área de especial sensibilidad en la realidad canaria; con el recuerdo aún presente de la crisis de migrantes con un 2006, el año de los cayucos, con un saldo dramático de 27 naufragios y 506 muertos en aguas del Archipiélago canario.

Este recuerdo junto a las dramáticas escenas, como la del niño Aylan Kurdi en la playa turca de Bodrum, activó el espíritu solidario del profesor, que en enero de 2015 presentó su proyecto en Bruselas, tras comprobar la sensibilidad compartida por los alumnos del centro y la directora Soledad Pérez Tejera respecto al drama. La idea de Marco Gil consistía en aprovechar un programa que permite la posibilidad de completar la Formación en Centros de Trabajo en empresas del continente, pero en servicios de asistencia sanitaria para refugiados y emigrantes.

En junio de 2015 recibieron el visto bueno de la UE, al recibir la máxima puntuación entre la totalidad de proyectos presentados por su trascendencia, utilidad y valores, con una dotación de 59.000 euros durante dos años, con derecho a prórroga. El profesor Gil, con 1.300 alumnos de FP, recibió una avalancha de solicitudes pero el programa, para cumplir con todos los requisitos de seguridad, solo permite el traslado de 16 alumnos, seleccionados por sus aptitudes, currículum y conocimientos lingüísticos, con un régimen similar a los que cursan su Erasmus, salvo por el hecho de que salvan vidas.

"Lo importante es que estén preparados para lo que se van a encontrar", apunta Marco Gil, que acompaña el programa con charlas y conferencias en el Instituto. Los tres primeros beneficiarios -Almudena, Daiana y Txeneri- cuentan con una beca de dos meses. Estos iniciaron su estancia en Italia el 8 de enero y finaliza el 18 de marzo. En este momento, otros tres alumnos del Marco Gil tomarán el relevo en la misma zona. Mientras, ya hay otro grupo de tres alumnos que trabajarán en un campo de refugiados de Sofía, capital de Bulgaria. En su encomienda, estos se pone a las órdenes de asociaciones de Cruz Roja, Protección Civil o los distintos servicios nacionales de marina y atención a inmigrantes.

Marco Gil asegura que el grupo que se encuentra en Reggio Calabria se ha ganado el corazón de todos en muy poco tiempo. No solo trabajan en la atención propia de las emergencias sanitarias, que es en lo que se han formado, sino que además se han convertido en el alma de la fiesta, trabajan voluntariamente en sus días libres y se dedican a alegrar la vida de los emigrantes con guitarra, canciones y juegos. Son un ejemplo de integración y convivencia", destaca el profesor, que cuenta con 25 años de experiencia en el IES Primero de Mayo. Este busca nuevos socios y destinos, como Medicus Mundi, ante la dificultad de la situación geopolítica. "Nos recomiendan no ir a Turquía. Es una pena", finaliza.