El pueblo de Marbella despidió ayer al joven Pablo Ráez, conocido por su lucha incansable contra la leucemia y hacer viral en las redes el transplante de médula, que falleció el sábado en su casa acompañado de sus seres queridos. Una misa funeral que se celebró a las 17 horas en la iglesia de La Encarnación en un multitudinario sepelio al que acudieron numerosos ciudadanos y representantes políticos.

La campaña lanzada por Ráez en los últimos meses a través de las redes sociales para apoyar la donación de médula no ha dejado indiferente a nadie. El joven marbellí de 20 años que ha luchado incansablemente contra la leucemia desde los 18, falleció el sábado después de que anunciase a mediados de enero que su cuerpo rechazó el trasplante de médula al que se sometió, el segundo desde que se le diagnosticó la enfermedad.

Más allá del final, de este deportista que se definía a sí mismo como un «jodido titán», quedarán para siempre en la mente de miles de malagueños su optimismo, su entereza ante la adversidad y la serenidad con la que afrontó su dolencia, así como las ganas de ayudar a los demás aun estando él una encrucijada de difícil salida.

Ráez conquistó el corazón de decenas de miles de personas en agosto de 2016, cuando publicó su ya célebre carta «Siempre fuerte, siempre», en diversas redes sociales. A los pocos días de su publicación, la misiva se había hecho viral, tras alcanzar los 103.000 «me gusta» en Facebook y los 53.000 en Instagram. En la primera red social, fue compartida 72.000 veces.