Muchos medios de comunicación se hicieron eco ayer de la muerte de un japonés aplastado por su gran colección de revistas pornográficas. Ahora ha trascendido que la historia, aunque en parte es cierta, ha sido distorsionada.

El hombre fue hallado muerto en su domicilio, pero no lo encontró el propietario del inmueble cuando acudió al mismo a reclamar seis meses de impago del alquiler, según publicó el Daily Mail.

El diario británico señalaba que Joji, como se llamaba el fallecido, se encontraba bajo seis toneladas de revistas para adultos. Y aunque es verdad que en la casa había un buen número de publicaciones porno, en ningún momento se especificó su pesó exacto.

Lo que parece que realmente sucedió fue que el hombre sufrió un ataque al corazón y cayó sobre una pila de revistas.

Otro aspecto de la historia que es verídico es que la familia de Joji contrató a un equipo de limpieza para que se deshiciera de manera discreta de sus revistas.