El Papa Francisco puso este viernes fin a los ejercicios espirituales que ha realizado con motivo de la Cuaresma junto a miembros de la Curia con una misa por la paz en Siria y con una donación de 100.000 euros para los pobres de Alepo.

La donación se realizará mediante la Limosnería Apostólica y la Custodia franciscana de Tierra Santa y a la aportación también se ha sumado la Curia romana, informó la viceportavoz del Vaticano Paloma García Ovejero.

El retiro espiritual del pontífice comenzó el pasado domingo en la localidad romana de Ariccia, a unos 30 kilómetros al sur de Roma, y Francisco abandonó este lugar hoy viernes y llegó al Vaticano en torno a las 11.30 locales (10.30 GMT).

En esta última jornada el Papa agradeció las predicaciones que el fraile franciscano Giulio Michelini ha realizado en estos días de retiro.

Francisco recordó que "hay una montaña de cosas sobre los que meditar" pero recomendó, recordando a San Ignacio, que "cuando uno encuentra en los ejercicios espirituales algo que da consolación o desolación debe detenerse y no continuar", recapacitar.

Tras este retiro, el papa proseguirá con su agenda esta misma tarde, cuando acudirá al Vicariato de Roma para mantener un encuentro con los párrocos prefectos de la diócesis de manera "absolutamente privada", subrayó García Ovejero.