"Viera y Clavijo no pudo idealizar la figura del aborigen canario porque con eso estaba haciendo difícil justificar un proceso de brutalidad por parte de los conquistadores" . Así lo afirma el catedrático de Historia de América de la Universidad de La Laguna, Manuel Antonio de Paz Sánchez, que acaba de publicar una edición revisada de los cinco volúmenes de Conquista de Canarias en Ediciones Idea y dentro de la colección Obras Completas de Viera y Clavijo dirigida por Rafael Padrón Fernández.

El experto, que ha trabajado durante los últimos cuatro años a partir de los siete capítulos manuscritos que se conservan del propio escritor, presenta dicho trabajo hoy a las 19.00 horas, en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, en un acto que contará con la presencia del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo Batlle, y las intervenciones de Rafael Padrón Fernández, y la catedrática de la ULPGC Yolanda Arencibia.

"Tanto el tomo primero como el segundo se han incrementado con numerosas páginas con anotaciones personales mías, a través de un estudio comparativo y con unas diferencias importantes entre el propio manuscrito y el texto que se editó en 1772", reconoce. Así, en esta primera edición se incrementaron mucho las palabras que hacían referencia a los indígenas como bárbaros, frente a expresiones que estaban en el manuscrito original que eran como príncipes, naturales, hombres, etc. "El concepto de bárbaros, no aparece como una etapa evolutiva de la humanidad", afirma, "sino como un término denostativo, que implicaba barbarizar más a los aborígenes", añade. Hasta el punto de que aparece cincuenta veces más el término bárbaros que en los originales. "También comprobé", añade, "que las expresiones que se referían a los conquistadores como nuestros españoles o nuestro general se incrementaron en la edición final".

La razón de este cambio era porque, de alguna manera, Viera y Clavijo se dio cuenta de que no podía exaltar tanto a los aborígenes ya que, si eran tan buenos, "no se podía entender que los conquistadores los atropellaran". Manuel de Paz, que estuvo trabajando en una labor que él define como "agotadora", anotó y descubrió algunas realidades que se desconocían, como la fecha de la muerte de determinados obispos, el traslado de momias aborígenes a la Península, etc.

"En la propia rendición, cuando Pedro de Vera consigue dominar", recuerda, "una realidad es que Fernando Guanarteme le dice 'aquí estoy con mi familia, bajo tu protección'. Y la otra es los canarios que no acataron ese sometimiento y se fueron a Ansite y se tiraron por el barranco", recordó.

Según el experto, Viera critica, como buen ilustrado, que la tradición de los cronistas fuera por la intervención de San Pedro Mártir que lo define como algo que no se aviene a la razón. "Viera construye un paisaje ilustrado aplicado a la historia de Canarias, a los parámetros no solo estéticos, sino también identitarios y racionalistas de la Ilustración. Él construye esa realidad conforme a esa visión. Y, por ejemplo, el aborigen pastor existe, pero también el aborigen campesino, y habla de la belleza de los campesinos sembrando el grano. Y destaca la labor de la mujer".

El experto destaca que intentó profundizar en el peso de otros autores en el pensamiento antropológico, histórico y científico de Viera y vio una enorme influencia del naturalista francés Buffon. "Voltaire no quería saber nada de los fósiles, y no era evolucionista, pero Buffon sí, y, por tanto, sienta las bases de ese evolucionismo francés", aclara. "Viera estaba fascinado por los fósiles y se iba a escarbarlos por Candelaria o el norte de Tenerife. Pero es que, además, es muy crítico con Voltaire en datos históricos".

De Paz estudió también algunas frases históricas de los personajes. El experto analizó así el lema del adelantado Alonso Fernández de Lugo sobre la labor del guerrero quien lanza sabe mover, ella le da de comer que todos los historiadores dicen que era anacrónico y no pertenecía a la época. "Yo encontré una referencia que muestra, sin embargo, que sí pertenecía a la época, sólo que un poco más tarde, del principio del siglo XVII". Por otro lado, De Paz encontró que existen dos versiones con respecto al general Valhermoso. "Una está en la Biblioteca Nacional en Madrid", recuerda. "Pero hay otra que circula y que es muy dura", añade.