Una planta de tratamiento de residuos peligrosos, un negocio que integra a turistas y residentes, o una agencia de viajes dirigida a los jóvenes. Estos son algunos de los proyectos elaborados por estudiantes de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria para ocho empresas de la Isla, dentro del programa Demola Canarias, una iniciativa que conecta el mundo académico con el laboral para resolver problemas reales aprovechando el ingenio de los jóvenes.

El rector de la ULPGC, Rafael Robaina, y el director de la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información (Aciisi), Manuel Miranda, presidieron ayer la fase final del IV Demola Canarias en Gran Canaria, donde 40 universitarios distribuidos en ocho grupos expusieron los retos desarrollados a propuesta de ocho empresas de la Isla en el sector turístico, principalmente, además de seguros, mantenimiento o gestión de residuos.

"Estamos ante una iniciativa que se consolida en la Universidad, cuyo objetivo es poner en contacto a grupos de estudiantes multidisciplinares con retos que plantean determinadas empresas. Esto da unos resultados, en términos generales, de marcas y patentes, donde la autoría intelectual es siempre de los estudiantes, con posibilidades de desarrollo en las empresas. En definitiva, se promueve una conexión inmediata entre el trabajo de los estudiantes con las necesidades de las empresas, que son las que proponen los temas", informó Rafael Robaina.

En esta cuarta edición, las empresas participantes son: Canaragua, con el reto Atacando a los focos de salinización, Capross, Reinventando servicios; Cornisa del Sureste, ¡Este es tu sitio!; Fundación Mapfre Guanarteme, What to Read - W2R; 3D, Valorizando residuos peligrosos; Turismo Innova Gran Canaria, Turismo activo; Velorcios Group, Más de lo que ves; y Viajes Insular, con el reto ¡Viajemos al Futuro!

"Empezamos con cuatro empresas en la primera edición, luego pasamos a cinco, después a siete y en esta ya sumamos ocho empresas. Esto da una idea de como está creciendo este proyecto que comenzamos en 2015 y en nada vamos a lanzar la quinta temporada, que se iniciará en octubre y queremos llegar a las diez empresas", informó Miguel Afonso, jefe de sección del Departamento de Innovación del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), y uno de los coordinadores del proyecto Demola en Gran Canaria junto a Pilar Guerra.

Entre las ventajas que ofrece esta iniciativa, Afonso destacó, en lo que respecta al ámbito empresarial, el acercamiento al mundo universitario "para ver como piensan los jóvenes acerca de su empresa, si los conocen o no, y testar esas ideas frescas que ellos buscan para innovar, de ahí que lanzamos el reto a los universitarios". Además, tienen acceso a una bolsa de talento joven de cara a futuras incorporaciones en sus plantillas.

En cuanto a los estudiantes, enriquece su currículum académico dado que la Universidad ha creado un título propio, de innovación abierta con cuatro créditos; además de la experiencia laboral que les supone trabajar directamente con una empresa; y la creación de una red de contactos de compañeros que estudian en otras disciplinas, con los que "están generando la semilla emprendedora. Dentro de cinco años, muchos estarán al frente de las grandes empresas", concluyó el investigador del ITC.

Residuos peligrosos

Uno de los proyectos expuestos ayer, es el del grupo de Álvaro Ponce (alumno de Ingeniería Mecánica), Acorán Tsang (Economía); Mónica López (Derecho); y Lucía Rodríguez (Ciencias del Mar). Ellos han trabajado el reto Valorizando residuos peligrosos, propuesto por la empresa 3D. "Actualmente hay residuos peligrosos que se están llevando a La Península porque en Canarias no existe ningún tratamiento para ellos. Nuestro reto era buscar una solución para tratarlos aquí", apuntaron los jóvenes, sobre estos residuos industriales peligrosos que provienen de industrias canarias tanto del ámbito portuario, como de la central eléctrica, fábricas de vidrio... La propuesta final de los universitarios es la creación de una planta de tratamiento donde estabilizar los residuos y mermar su peligrosidad; además de encontrar una valorización de los mismos y reciclarlos para convertirlos en un material útil para otros fines.

Paula Sánchez (Derecho); Alexander Cerviño (doble grado Informática y ADE); Andrea Auserón ( Ingeniería y Organización Industrial) y José Lorenzo (Informática y ADE) conforman el grupo que ha trabajado en Reinventando Servicios, para la empresa Capross. El objetivo era hallar una solución para gestionar de una manera más eficiente los recursos humanos y materiales de la empresa. Para ello han creado una aplicación que se adapta a las necesidades de una empresa de servicios que tienen a los trabajadores distribuidos por distintos centros. "Nosotros hemos optado por verter toda la información en una plataforma y de ese modo controlar que el trabajador se encuentra en la zona de trabajo, sin necesidad de más costes de personal y de tiempo, mediante un sistema de control incluido en la aplicación".

El grupo de Viajes Insular, formado por María España (doble grado ADE y Derecho), Edgar Mayor (Ingeniería Telecomunicaciones), Kiara Hüweirs (Turismo), Maica Amador (Diseño de modas), y Diego Rodríguez (Ingeniería Informática), han ideado una agencia de viajes especializada en jóvenes, "un nicho de mercado muy potente en Canarias que hay que aprovechar". Su proyecto incluye una web desde donde los jóvenes podrán contratar sus viajes y diseñarlos de la forma más personalizada posible. "Queremos reinventar el negocio, que sea la agencia la que vaya al cliente y no al revés, con destinos y servicios atractivos (deportes, parque de atracciones, festivales...)".

Clara Valle (Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos); Raúl Macías ( Ingeniería Mecánica) y Juan Miguel Romero (ADE) trabajaron en el reto de ¡Este es tu sitio! de Cornisa del Sureste, que se basaba en idear un proyecto innovador para un establecimiento en el sur de la Isla, en Patalavaca, en primera línea de playa. "Nos centramos en un negocio que unifique a los turistas con los residentes, para que éstos tengan un lugar donde disfrutar y lograr además un intercambio cultural en ese espacio". Dicho establecimiento combina una oferta de restauración, con actividades deportivas, ofertas de ocio y turismo de salud.

Para los 40 alumnos, la experiencia ha sido muy positiva, "porque nos ha permitido entrar en contacto directo con una empresa del mundo real, además de aprender a trabajar en equipos multidisciplinares".