La soprano grancanaria Yolanda Auyante y el tenor valenciano Antonio Gandía centraron toda la atención ayer en la sexta edición del concierto en el puerto de La Luz de la capital grancanaria. Ambos cantantes homenajearon a grandes intérpretes de la ópera como Maria Calla o Alfredo Kraus en una actuación en la que intervinieron junto a la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria bajo la batuta de Rodrigo Tomillo, dentro del 21º Festival Internacional de Teatro, Música y Danza de Las Palmas de Gran Canaria (Temudas).

El programa consistió en un recorrido de 85 minutos de duración a través de obras célebres de la literatura operística de Italia, Alemania y Francia con piezas de La bohème, Norma, Romeo y Julieta, Werther, Los maestros cantores de Nuremberg o T urandot, y donde destacaba el Capricho italiano de Chaikovsky. También participó el Coro de la OFGC bajo la dirección de Luis García Santana.

Como en anteriores ocasiones, el evento se celebró en un escenario espectacular diseñado por el arquitecto municipal Juan Espino que ocupaba aproximadamente 50.000 metros cuadrados, en los que se incluía también el aforo y el acceso al recinto que se situó bajo dos grúas de 60 metros de altura y 800 toneladas de peso cada una.

Por otro lado, la caja escénica estuvo formada por unos 150 contenedores. Dos columnas de contenedores sirvieron como pantalla donde se proyectaron la imagen del concierto para facilitar mejor la visión desde las localidades más alejadas del escenario. El sonido del concierto se distribuyó electrónicamente con un total de doce puntos de salida, que optimizarán la señal en la totalidad del área.

Ambos cantantes escogieron ayer canciones adecuadas a sus respectivos repertorios actuales. Pero el tenor Antonio Gandía se decantópor piezas que se asociaran con Alfredo Kraus en un homenaje nada oculto al tenor grancanario. Su actuación comenzó con M'appari de la ópera Martha de Friedrich von Flotow, basado en el ballet Lady Henriette de Jules-Henri Vernoy de Saint-Georges, una obra de carácter y elegancia franceses quese acocia tanto a Kraus como a Pavarotti. El tenor siguió con Ah! Lève-toi, soleil , un aira ubicada en el segundo acto de la ópera de Charles Gounod Roméo et Juliette que interpreta Romeo en el jardín de su amada y que está considerada como una de las más bellas declaraciones de amor d ela historia del género lírico, pero donde también expresa las dificultades de las dos familias enfrentadas.

Y finalmente, el cantante atacó Pourquoi me réveiller? que es el aria más conocida del Werther de J. Massenet, uno de los papeles capitales para la tesitura de tenor y de los más difíciles hasta el punto que se le compara continuamente con las presentadas por Tristán e Isolda de Richard Wagner.

La soprano Yolanda Auyanet comenzó con la famosa aria que se relaciona con Maria Callas Casta Diva de Norma de Vincenzo Bellini en la que su protagonista dirige una plegaria a la Luna y sucede inmediatamente después de la entrada de la sacerdotisa druida en el primer acto. Y siguió con Si, mi chiamano Mimi de La Bohème de Giacomo Puccini en donde el personaje de Mimí cuenta su vida a Rodolfo. Auyanet terminó con Tu che di gel sei cinta del tercer acto de la ópera de Puccini Turandot

La orquesta, por su parte, ejecutó dos piezas por su cuenta. La primera fue el intermezzo de la ópera verista L'amico Fritz de Pietro Mascagni que, aunque se represente muy poco, probablemente sea la obra más famosa de Mascagni después de Cavalleria rusticana. Y la segunda el Capricho italiano, op. 45 de Chaikovski, que abrió el evento, una brillante composición, con una duración de quince minutos, que aborda varios temas populares del folclore italiano expuestos uno detrás de otro, y que fue el homenaje que Chaikovski quería hacer a un país en el que fue recibido con alegría y cariño. Precisamente, eldirector aseguró que había elegido dicha obra porque quería hacer un homenaje a Italia como cuna de la ópera y porque constituye también, un homenaje al género de la canzone italiana.

Pero la sorpresa vino al final con tres sorpresas que no estaban previstas en el programa. El primero fue las participaciones de ambos cantantes en el dúo del acto 1 de La Boheme de Puccini, al que siguió el el coro de esclavos Va Pensiero del tercer acto del Nabucco de Verdi. Y todos los participantes hicieron juntos el brindis de La Traviata de Verdi cuya escena transcurre durante una fiesta en la casa Violetta y que comienza con las palabra, "Bebamos alegremente de este vaso", y quye está considerada como una de las escenas más brillantes de la obra e incluso podría decirse que su melodía es la pieza de ópera más reconocida a nivel mundial.