Una evaluación a gran escala de cómo el clima afecta a bacterias, virus u otros patógenos que pueden causar enfermedades en Europa, concluye que este efecto del calentamiento es mayor del previsto.

Hay evidencia creciente de que el cambio climático está alterando la distribución de algunas enfermedades, en algunos casos provocando epidemias o propagando enfermedades dentro de su rango natural, por ejemplo, el virus Zika en América del Sur o la enfermedad de Schouallenberg en Europa.

Marie McIntyre, de la Universidad de Liverpool, que dirigió el estudio, explica que "aunque existe un vínculo bien establecido entre el cambio climático y las enfermedades infecciosas, antes no entendíamos cómo de grandes serían los efectos y qué enfermedades serían las más afectadas.

"La sensibilidad climática de los patógenos es un indicador clave de que las enfermedades pueden responder al cambio climático, por lo que evaluar qué patógenos son más sensibles al clima y sus características, es información vital si queremos prepararnos para el futuro".

Los investigadores, que han publicado sus resultados en Scientific Reports, llevaron a cabo una revisión sistemática de la literatura publicada sobre cien patógenos humanos y otros tantos presentes en animales domésticos presentes en Europa, que tienen el mayor impacto en la salud.

Casi dos tercios de los patógenos examinados fueron encontrados sensibles al clima; Y dos tercios de estos tienen más de un controlador climático, lo que significa que el impacto del cambio climático sobre ellos probablemente será multifacético y complejo.