Ángel Fra y Sandra González, ambos de 28 años, jamás olvidarán la fecha del 4 de julio del año pasado. Ese día, su hijo Hugo murió por una sepsis en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), tras sufrir una infección por meningococo. Tenía veinte meses y era la alegría personificada, como muestra la gran fotografía que cuelga del salón de la pareja en el barrio ovetense de La Corredoria, y que recoge un momento de unas vacaciones en Benidorm. El problema es que el médico de su centro de salud no detectó que sufría esta grave infección y lo despachó con un simple analgésico. Ahora la pareja reclama al Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) por lo que consideran una clara negligencia que les ha privado de su hijo.

El día anterior al fallecimiento, la madre acudió al centro de salud de La Corredoria con el pequeño, preocupada por la alta fiebre que presentaba, acompañada de vómitos. "El médico ni se levantó para examinarlo, ni lo auscultó. De hecho, no consta siquiera que llegase a abrir el historial médico. Me dijo que le diese Dalsy (el típico ibuprofeno que se administra a los niños para bajarles la fiebre) y que si al día siguiente no le pasaba, lo llevase al pediatra. 'Es un virus que hay por ahí', me dijo el médico", asegura Sandra González.

Pero aquello no era un virus. Era una infección por meningococo, la bacteria que produce la meningitis y otras graves enfermedades. A la mañana siguiente de haber ido al médico, "Hugo se levantó azul". Lo llevaron rápidamente al HUCA. Allí murió a las ocho de la tarde. "Dijeron que tenía la infección en la garganta", rememora la madre.

Manchas en la piel

En el hospital, el personal médico que habló con ella no salía de su asombro. "Me preguntaban: 'Pero, ¿el médico no te lo miró?'. Hubiese bastado con que le levantase la ropa y le mirase los brazos", asegura Sandra Sánchez. "El médico hubiese visto unas manchas en la piel, petequias, que produce esta infección y se hubiese dado cuenta fácilmente de lo que tenía", tercia el padre, Ángel Fra. "De haberlo sabido, lo hubiese llevado al Hospital directamente", lamenta la madre.

La pareja siente que ha perdido a un hijo por una clara negligencia. Por eso han presentado una reclamación indemnizatoria ante el Servicio de Salud del Principado (Sespa). Ha sido admitida a trámite y el Principado tiene obligación de contestar en seis meses. En caso de que el Principado no admita la responsabilidad por esta muerte, la familia emprenderá acciones legales. "Si hubiesen hecho bien su trabajo, Hugo estaría vivo todavía", clama el padre del pequeño.

La muerte de un hijo siempre es difícil de sobrellevar, jamás se olvida. En el piso de la pareja abundan las fotografías del pequeño, muchas de ellas con su hermano de seis años. El niño se emociona cuando le nombran a su hermanito fallecido. "Gracias a Brian es por lo que hemos podido salir adelante. La muerte de Hugo no la superamos", asegura Sandra Sánchez.

A estos padres les ha quedado un miedo atroz a que algo como lo que sufrió Hugo le pase a su otro hijo. "Alguna vez que se puso enfermo lo llevamos directamente al Hospital", confiesan. Para estar seguros.