Ni están relacionados con la falta de higiene, ni tienen la capacidad de volar o saltar de una cabeza a otra ni es útil recurrir a productos para eliminar piojos como método para evitar su aparición. Estas son solo algunas de las características de estos insectos que, según algunos estudios, afectarán a uno de cada cinco niños durante el curso escolar que acaba de arrancar. Los expertos reconocen que se ha mejorado en la prevención del contagio - "ya casi nadie se avergüenza de que su hijo los tenga y avisa cuanto antes al colegio y su entorno para evitar más casos", sostiene el farmacéutico gallego, especialista en Dermofarmacia, Antonio Torres-, pero alertan de que perviven falsas creencias y todavía hay dudas sobre cómo actuar cuando se detecta su presencia en el cabello de los pequeños.

¿Qué son los piojos?

Se trata de unos parásitos sin alas que viven en las cabezas humanas y que se alimentan de sangre. Por ello, resaltan desde el laboratorio farmacológico Cinfa, "no es posible que los transmitan los animales de compañía". Su tamaño es similar al de una semilla de sésamo en edad adulta y todavía más pequeños cuando se trata de las liendres (los huevos). Les gusta el calor y por ello suelen aparecer cerca del cuero cabelludo, especialmente en la zona de la nuca y detrás de las orejas.

¿Cómo se contagian?

"Se trata de unos insectos que lejos de la creencia popular ni vuelan ni saltan así que el contagio se realiza por contacto directo de un niño con otro", señala el farmacéutico gallego Antonio Torres. Pese a no volar, caminan muy rápido -unos 25 centímetros en un minuto- lo que provoca que haya más contagios entre niños en edad escolar que en adultos ya que los pequeños juegan más cerca o comparten objetos que pueden favorecer la transmisión de los insectos. Otro falso mito, según alegan desde Cinfa, es creer que los piojos pueden contagiarse en la piscina o en el mar. "Cuando estos insectos están dentro del agua, entran en un estado de animación suspendida, pero se mantienen firmemente agarrados al cabello, tratando de sobrevivir. Por ello es improbable que se transmitan en el agua", sostienen desde esta firma farmacéutica.

¿Cómo influye la higiene del cabello en su aparición?

Pese a que durante años se vinculaba la presencia de piojos a una mala higiene de quien los tenía, los expertos son rotundos: la suciedad del pelo nada tiene que ver con estos insectos, quienes al contrario, prefieren los cabellos más limpios. "El piojo se agarra al pelo con sus pinzas y cuanto más graso esté el cabello más complicado le es, prefieren el pelo limpio", sostiene Torres.

¿Son algo exclusivo de niños?

No, de hecho muchos familiares adultos de pequeños con piojos terminan contagiándose junto a ellos. Pueden afectar a cualquier persona, pero son más frecuentes durante la edad escolar ya que debido a sus juegos y actividades los niños tienen un mayor contacto físico entre ellos. "Por ello, pese a que los piojos están presentes durante todo el año, los brotes suelen darse con la vuelta al cole o en campamentos", señala Antonio Torres.

¿Qué síntomas pueden alertar de la presencia de piojos?

El picor y la sensación de cosquilleo son los síntomas principales que se producen a causa de la saliva del insecto cuando pica el cuero cabelludo para alimentarse. Las molestias se agudizan por las noches ya que estos parásitos tienen mayor actividad con la oscuridad.

¿Qué hacer si hay un brote de piojos en el colegio?

"Con brote o sin él, lo aconsejable es que los padres revisen periódicamente el cuero cabelludo de sus hijos, especialmente la zona de la nuca o detrás de las orejas, para detectar tanto piojos como liendres", sostiene el vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de A Coruña, quien añade: "Si el niño tiene el pelo largo y hay un brote en clase conviene que lleve el pelo atado o un gorro, algo que actúe de barrera para evitar el trasvase de piojos". Y cuando es uno de los hermanos quien tiene piojos conviene extremar las precauciones en el hogar. Evitar que sus cabezas entren en contacto y que compartan prendas de ropa o gorros, lavar las prendas del niño infectado a más de 60 grados, lavar en agua hirviendo los peines y cepillos y aspirar todo el hogar son algunos consejos que dan desde Cinfa. También conviene meter en bolsas sus juguetes o peluches ya que los piojos aislados fallecen al cabo de unas 48 horas.

¿Hay productos para evitar el contagio??

Los expertos recuerdan que los productos antipiojos -que acaban con ellos o las liendres- solo son eficaces una vez que hacen acto de presencia en el cabello del niño, no antes ya que se podrían generar resistencias. "Existen artículos que ejercen como repelentes pero no son 100% eficaces", indican.

¿Cuál es el mejor tratamiento para acabar con ellos?

Tras avisar al colegio y a entorno para evitar nuevos contagios, hay que iniciar un tratamiento con pediculicidas para acabar con los insectos. "Hay una amplia oferta en el mercado: desde insecticidas químicos hasta naturales, los que matan al piojo a través de aceites, los que lo hacen por asfixia... y en diferentes formatos: champús, lociones, etc...", indica Antonio Torres. Pese a que cada producto tiene una aplicación concreta, lo habitual es pasar la liendrera al cabello para arrastrar los insectos mechón a mechón y después, con el cabello en seco, aplicar el producto. Una dinámica que habrá que repetir a la semana o 10 días. "Uno de los principales errores es no repetir el tratamiento y esto hace que si había alguna liendre vuelvan a aparecer los piojos", sostiene este farmacéutico gallego.