La leyenda sigue viva y unas 50.000 personas lo han celebrado en el Estadi Olímpic de Barcelona, donde los Stones han regalado un repertorio mítico, que han abierto con "Sympathy for the Devil" y han cerrado con "Satisfaction" y el público rindiendo pleitesía a sus satánicas majestades. Mick Jagger no ha defraudado y ha tirado con fuerza de una banda que es un icono, y no necesita presentar temas nuevos ni innovar, sólo demostrar que el rock sigue corriendo por sus venas. Ha sido una sucesión de grandes éxitos: "It's Only Rock'n'Roll (But I Like It), "Under My Thumb", "Paint It Black", "Honky Tonk Women", "Miss You", "Start Me Up", "Brown Sugar" y "Jumpin'Jack Flash". Con el supuesto pacto con el diablo, Jagger, de 74 años, sigue moviendose eléctricamente, elegante, sexy y en forma. Keith Richards, al que más le pesan los años; y Ronnie Wood, presentado como "nuestro delegado cultural en Barcelona", donde tiene casa. Jagger habló mucho, más en catalán y en castellano que en inglés. "Han pasado 10 años desde la última vez que estuvimos aquí, parece mentira", ha dicho Jagger. Última vez... Quién sabe, quizás son inmortales.