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Entrevista a Omar Fernández de Cañizares

"La Revolución mereció la pena; el castrismo sobrevivirá a Raúl Castro"

"El Che tenía tanto carisma como Fidel; con él viví los mejores momentos, era muy inteligente y cultísimo", recuerda el exministro de Cuba

Omar Fernández de Cañizares. LP / DLP

Omar Fernández de Cañizares (Santiago de Cuba, 1930), médico y político, uno de los hombres que acompañaron a Fidel Castro en su lucha, conoció al comandante cuando estudiaba Medicina en La Habana. Se dejó seducir por los planteamientos de revolución y justicia de aquel abogado que venía de la alta burguesía. A un joven que, como él, se había criado en un barrio más que humilde, con seis hermanos y una madre luchadora, el mensaje le caló. Fernández de Cañizares, que fue amigo de Ernesto Che Guevara y le trat¡ó como médico, asegura que "el régimen cubano sobrevivirá a Raúl Castro".

Debe ser usted uno de los tantos cubanos de su generación con antepasados españoles.

Mi abuela materna era canaria y mi abuelo paterno nació en Galicia.

Ahora que puede echar la vista atrás, con la perspectiva que dan los años, ¿mereció la pena la Revolución?

Por supuesto que sí. La Revolución demostró que el pueblo cubano podía vivir de otra forma. En Cuba había una gran miseria, yo mismo la viví de cerca. Había una gran diferencia social. Estaban los ricos y los pobres, que éramos el resto.

¿Diría usted que en Cuba se vive hoy mejor que en 1959?

Es verdad que hay problemas, no se lo voy a negar. Pero le aseguro que hay muy poca diferencia entre todos. Digamos que todo se ha igualado. Además se le da un valor a la mujer que no tenía antes, cuando sólo era ama de casa. Ahora en Cuba trabajan hombres y mujeres y en las casas entran varios salarios.

¿Faltan bienes esenciales?

Los cubanos nos sentimos bien con lo que tenemos. Nuestra sanidad y nuestra educación llegan a todos los habitantes de la isla. Faltan algunas cosas pero no imprescindibles.

Algunos pensaron, entre ellos Barak Obama, que la muerte de Fidel traería apertura democrática...

Raúl continúa la labor de Fidel y nosotros le respaldamos. Tenemos un plan económico que estamos desarrollando. Las cosas están mejorando. Yo le diría al mundo entero que es seguro invertir en Cuba.

¿Antes no lo era?

Tal vez existían algunas lagunas y dificultades que nosotros mismos creamos. Cuba se ha abierto al mundo. Ahí está el puerto de Mariel para demostrarlo.

Cuba influye de forma extraordinaria en la política venezolana. ¿Cómo ve a Maduro?

Hugo Chávez fue un gran aliado de Cuba, como ahora lo es Nicolás Maduro. Claro que hay influencia de Cuba en Venezuela. Allí tenemos miles de médicos y colaboradores, que, por cierto, van a lugares recónditos de la selva para atender a la gente. En Venezuela está pasando lo que ocurrió en Cuba al principio de la Revolución. Los americanos querían derribarla y aún no lo han logrado. En Venezuela la Constituyente ha sido un éxito. El pueblo se volcó, salió a la calle y votó para apoyar a su gobierno legítimo.

La oposición no cuenta esa versión.

A la oposición no le queda más remedio que ir al diálogo. El diálogo es la verdadera paz que debe existir en el mundo. Además yo estoy convencido de que las guerras no van a terminar con el planeta tierra, será el cambio climático.

Algunos lo niegan, entre ellos Trump, tan crítico, por cierto, con la política de La Habana.

Sí. Hay algunos ignorantes que niegan el cambio climático. Trump podría fijarse, por ejemplo, en el huracán Irma, un fenómeno nunca visto en Cuba, tierra de ciclones. Nuestro viaje a España casi tuvo que ser suspendido, pero logramos arreglarlo. Agradecemos toda la ayuda que llegue.

EE UU ofreció apoyo a México, por el terremoto. ¿Y a Cuba?

A Trump lo que le gusta es reunirse con los viejos batistianos en Florida. Me hacen gracia todos esos que se llaman cubano-americanos y nacieron en EE UU. Dicen que son cubanos porque tienen apellidos del país. Por esa regla casi todos los cubanos seríamos españoles.

¿Será Miguel Díaz-Canel el próximo presidente de Cuba?

Raúl Castro anunció su decisión de retirarse y el proceso electoral, que lleva una serie de pasos, empezará a finales de noviembre. Ha tenido que retrasarse por el ciclón. Está claro que habrá una sucesión pacífica.

La UE ha abierto un nuevo marco de relaciones con su país, al que también llegan inversiones de Francia y otros estados. ¿Ya se nota el cambio?

Estamos muy contentos con esas nuevas relaciones. El Rey de España tiene intención de viajar a Cuba. Eso también es muy importante para nosotros.

¿Cómo entienden en un país que ha hecho del patriotismo bandera, desde Martí y Maceo, lo que pasa en Cataluña?

Es un problema netamente español. Son los españoles los que tienen que opinar. Un cubano no va a venir aquí a decirle al Gobierno lo que tiene que hacer.

En Trilogía rebelde habla de su vida, de su infancia.

Antes de la Revolución sólo los niños ricos pasaban de la primaria. Yo fui uno de los pocos pobres que estudiaron. Me fui a La Habana, donde estaba la única facultad de Medicina. Gobernaba Prío Socarrás. En el tercer año Batista dio el golpe. Mis hermanas no podían salir a la calle por la inseguridad. La llegada de Batista me terminó de convencer de que había que cambiar las cosas.

¿Fidel veía al Che como un rival?

Con el Che he vivido los mejores momentos de mi vida. Ernesto era un hombre serio, muy inteligente, cultísimo. Fidel le veía como un gran colaborador. Murió pronto, igual que Camilo Cienfuegos. Viajé con él en la primera misión exterior del Gobierno y también era muy chistoso. Se interesaba por todo. Una vez llegamos a Roma y lo primero que quiso fue ir a la basílica de San Pedro. Nos dio una conferencia de los frescos de Miguel Ángel.

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