A ritmo de 'El Danubio azul', en homenaje a '2001: Una Odisea del Espacio', Fernando García, de la empresa Overloadd, implantó este viernes por la tarde un chip a una persona en el Club La Provincia. Como consecuencia de ello, por nuestras calles ya camina un 'augmented human', es decir, un humano aumentado y Juan Melo es su nombre.

La pregunta inmediata que surge ante este acto simbólico es para qué sirve tener un chip implantado en el cuerpo. Este en concreto es para abrir puertas, claro está puertas que tengan la cerradura que, cual llave, el chip es capaz de abrir. Ahora bien, este chip es en sí una puerta, una puerta al futuro, hacia la era de las máquinas y a proporcionar al hombre ayudas tecnológicas que puede portar en su propio cuerpo.

La empresa Overloadd aspira a fabricar estos chips en Canarias dentro de no mucho tiempo y, de entrada, el próximo diciembre espera comercializar ya los chips y las cerraduras que este abre. Los responsables de la empresa aseguraron en el Club La Provincia a la audiencia presente que en más de 50.000 implantaciones que se han realizado en todo el mundo no se han registrado todavía problemas con los chips. Explicaron que el artilugio tiene una vida de 10 años y que la incisión realizada para implantarlo no deja marca y no se puede ver.

También afirmaron que "es muy seguro", pues no funciona a mucha distancia y hay que pegar el chip a la cerradura para abrirla. "Es prácticamente imposible que se pueda piratear", añadieron. Asimismo, el modelo implantado no tiene GPS y apena lleva metal, por lo que no representa problema en aeropuertos ni a la hora de usar aparatos sanitarios.

La implantación del chip por Overloadd se produjo en el marco de las jornadas '2045: Hacia una Era de las Máquinas - Ciborgs y Augmented Humans', organizadas por la Universidad de Las Palmas ed Gran Canaria (ULPGC), a través de su Cátedra Telefónica de Tecnologías Accesibles y con la colaboración de la empresa The Future On, fundada por el periodista Carlos Guerra.

El pistoletazo de salida de las jornadas este viernes en el Club La Provincia lo dio el rector de la ULPGC, Rafael Robaina, quien destacó la importancia que tiene para la Universidad colaborar en abrir las puertas de la mente y en deshacer el miedo que la implantación de toda tecnología causa siempre al hombre. Desde el convencimiento de que la tecnología que viene "contribuirá a hacer un mundo mejor" se comprometió a trabajar desde la ULPGC para eliminar en la sociedad las barreras frente a la tecnología y deshacer la brecha digital.