José Rabadán "no siente lo que hizo, tiene frialdad y es narcisista, unas características que no se cambian". Así de tajante se mostró en la presentación del documental, la primera producción española del género true crime, el psicólogo y forense de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia y Juzgados de Menores de Madrid, Javier Urra, quien ha participado activamente en este documento audiovisual con una entrevista en profundidad al propio asesino.

Urra considera que Rabadán ha cumplido su condena penal, pero "no ha pagado moralmente", al tiempo que afirma que "a la sociedad y a él mismo le tranquilizaría que se diagnosticara una enfermedad, pero eso no es así". Además, cree que "sigue metido en el juego, cuenta la historia y sigue manteniendo la sonrisa idiopática sin saber por qué lo hizo". Le parece "abominable que quisiera vivir de esto", por lo que anima a los espectadores a ver el documental y olvidarlo.

Junto a Javier Urra también estuvieron el director del programa, Juan Moya, y el director de contenidos de Cuarzo Producciones, Juan Ramón Gonzalo, así como el director del diario La Opinión de Murcia -del mismo grupo editorial que LA PROVINCIA-, José Alberto Pardo.

Moya aseguró en varias ocasiones no haber pagado ninguna cantidad económica a Rabadán por dar la cara en este documental y aseguró que durante su producción ha primado "la objetividad, la neutralidad y el rigor". Al tiempo que negó que durante su visita al cementerio de Espinardo y a Santiago El Mayor se hubiera cruzado con conocidos, para lo que fueron muy prudentes.

El director de La Opinión de Murcia reconoció que "la pena que cumplió no sentó bien", ya que fue uno de los primeros casos en los que se aplicó la nueva Ley del Menor, aprobada en 2001, y sólo fue condenado a seis años de internamiento por tres asesinatos, siendo el máximo permitido de ocho.

Nueva vida

Hoy, con con 34 años, casado, padre de una niña, broker en la Bolsa y vinculado a un grupo religioso evangelista, asegura llevar una vida normal. El autor del triple crimen familiar (acabó con la vida de su padre, de 51 años, de su madre, de 54, y de su hermana pequeña, de nueve) cometido hace 17 años en Murcia, vive actualmente en Santander.

José Rabadán Pardo acabó con la vida de sus padres y su hermana pequeña a catanazos y machetazos. Fue en el año 2000 y no tenía más que dieciséis primaveras. Quería quedarse solo. Ideó su plan con quince días de antelación y se fijó una fecha. Así, en la madrugada del 1 de abril de 2000 se desató una tormenta de sablazos y sangre en el piso familiar. Antes de emprender su huida, buscó una cabina de teléfono y realizó tres llamadas. Llamó a la policía y le relató lo sucedido. Llamó a un amigo con el que había quedado ese día. Y llamó a Sonia, una chica de Barcelona con la que tonteaba por internet.