El arte de los pizzeros de Nápoles ( pizzaioli) ha sido reconocido como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco, lo anunció ayer su Comité intergubernamental en la isla surcoreana de Jeju. Esta práctica culinaria, que consiste en preparar la masa de la pizza en cuatro etapas para hornearla luego a fuego de leña dándole vueltas, ha sido incluida dentro del listado de la Unesco de elementos que se deben conservar por su importante valor cultural.

Hoy quedan tan sólo unos 3.000 pizzaioli en esta ciudad del sur de Italia, por lo que la Unesco propone actividades culturales en las que los jóvenes puedan observar el trabajo de los maestros. Esta práctica se considera un arte, ya que se necesita una habilidad particular para hacer la masa y después hornearla, a pesar de la aparente sencillez de sus ingredientes, que son el agua, la harina y la sal.

La Unesco también reconoció ayer la música de gaita irlandesa, la música de órgano alemana y la artesanía de barro de Estremoz (Portugal).