La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista | Estudiante de Grado en Educación Infantil

"La leucemia me enseñó a valorar a mi familia y también a quererme"

"Hay que quedarse siempre con el lado positivo de las cosas, eso ayuda a afrontar la enfermedad", manifiesta Claudia Soler

Claudia Soler, autora de 'El pañuelo mágico de Claudia'. LP / DLP

¿Cuál es la idea principal de este libro?

Realmente se basa en mi historia personal, en mi propia experiencia. Hablo de la leucemia y de mi forma de afrontarla, pero siempre enfocada desde la visión de los niños. Se trata de un cuento infantil. Se desarrolla desde el momento en que me diagnostican la enfermedad, y le suceden muchísimas escenas que he vivido en primera persona. El final también es muy esperanzador.

Teniendo en cuenta que está inspirado en una historia real, ¿el título se debe a algún acontecimiento especial?

Decidí poner por título El pañuelo mágico de Claudia porque mi pañuelo me lo regaló mi abuelo. Era muy especial e importante para mí, y me brindó mucho apoyo y optimismo de cara a la enfermedad. Por eso, he querido incluirlo en la historia. Las ilustraciones han sido cuidadas al detalle, hasta tal punto que el pañuelo que aparece en la portada es exactamente el mismo. De hecho, está escaneado.

¿Qué objetivo persigue?

La idea es hablar de la enfermedad desde un punto de vista positivo. De hecho, lo que prima en la historia es el color, el positivismo, la alegría y el apoyo constante de mi familia. He querido dirigirlo hacia los aspectos positivos para difundir optimismo y transmitir el claro mensaje de que la enfermedad se puede superar, como he hecho yo. Me diagnosticaron leucemia a los nueve años, ahora mismo tengo 22, y ya hace seis años que los médicos me dieron el alta definitiva.

¿Le ha resultado difícil sacar el lado positivo de una enfermedad tan complicada?

No, porque desde el inicio de la enfermedad mi familia me ha inculcado justo lo que yo quiero transmitir a los lectores. Es obvio que la patología tiene momentos duros y difíciles, porque la realidad es esa. Pero eso ya se sabe, porque no se puede negar que es una enfermedad complicada. No obstante, hay que quedarse siempre con lo positivo, porque eso ayuda mucho a poder superarla, y es bueno ver las cosas desde esa perspectiva.

¿Cuáles son los aspectos positivos más destacados que ha logrado reunir?

En primer lugar, he aprendido a valorar a mi familia y también a quererme. Haber padecido esta enfermedad me ha servido para tener claro que nada es imposible. Puede ser que haya obstáculos en la vida, pero todo se puede superar. Además, he perdido el miedo a la muerte. Pienso que es algo natural, y se suele ver como un tema tabú. La gente tiende a perder la esperanza ante las dificultades, ya sea por miedo o por otros factores negativos, y eso es lo que no hay que permitir. Al final te conviertes en una persona más fuerte, y a la vez positiva.

Desde su experiencia, ¿cree que este tipo de historias pueden ayudar de algún modo a los niños que padecen la patología?

Los niños deben saber lo que tienen, pero siempre teniendo en cuenta que son niños. Por eso, hay que saber dirigirse a ellos en un lenguaje correcto, pero esto no quiere decir que haya que mentirles en ningún momento. En mi caso, siempre fui consciente de lo que tenía, porque mis padres supieron explicármelo muy bien, y sin obviar la edad que tenía en aquel momento. Por esta razón, en este libro, he querido seguir el ejemplo de mis padres, y decidí enfocarlo de un modo positivo. Creo que puede hacer que los niños cambien su concepto de la enfermedad. Todo tiene un lado positivo.

¿Se dirige exclusivamente a los niños?

No, está recomendado para todos los públicos. Pero es cierto que se orienta de un modo especial a los niños y a los familiares de los pequeños afectados por la leucemia.

¿Cómo le surgió la idea de crear este cuento?

Soy estudiante de Educación Infantil, y todo surgió a partir de una actividad en la Universidad. Consistía en escribir tres cartas, a lo largo del curso, a un amigo invisible. Al final de esta tarea, lo que había que hacer era regalar un cuento que podíamos crear nosotros mismos. Al final, para que tuviera sentido la tarea, decidí unir esas tres cartas y hacer el cuento. De esto hace un año aproximadamente. La idea le encantó a la profesora, y quedó tan impactada con el mensaje que me animó a publicar la historia.

¿Le gustaría seguir dedicándose a la escritura?

Es algo que no descarto en ningún momento. Siempre me ha apasionado escribir, y aunque ahora mismo no tengo otro proyecto pendiente, creo que en un futuro podría animarme a escribir otro libro. De hecho, me expreso mucho mejor escribiendo que hablando.

Compartir el artículo

stats