Mientras que el virus del Zika causa daños devastadores al cerebro de los fetos en desarrollo, algún día podría ser un tratamiento efectivo para el glioblastoma -una forma mortal de cáncer cerebral-. Eso es, al menos, lo que ha demostrado una investigación de Medicina de la Universidad de Washington y la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego (ambos centros de EE UU), que muestra que el virus mata las células madre del cáncer cerebral; es decir, el tipo de células que son más resistentes a los tratamientos estándar.

"Mostramos que el virus del Zika puede matar el tipo de células de glioblastoma que tienden a ser resistentes a los tratamientos actuales y llevar a la muerte", asegura el profesor de Medicina de la Universidad de Washington, Michael S. Diamond y el autor principal del estudio. Los hallazgos se publicaron en The Journal of Experimental Medicine. Los hallazgos sugieren que la infección por Zika y el tratamiento de radiación con quimioterapia tienen efectos complementarios: el tratamiento estándar mata la mayor parte de las células tumorales, pero a menudo deja intactas las células madre para regenerar el tumor. Mientras, el virus del Zika ataca a las células madre pero evita la mayor parte del tumor.

La oncóloga Manuela Gago valora esta investigación. "Se ha realizado", apunta, "en un contexto de ciencia básica y, aunque parece prometedora y abre una nueva línea de investigación en un tumor altamente letal (lo cual es muy importante), debe realizarse todavía un profundo y extenso trabajo investigador". En ese sentido, Gago señala a pruebas en animales, ensayos clínicos... antes de que pueda convertirse en un tratamiento para aplicar a pacientes.

Mientras, el modus operandi que aseguran haber utilizado los investigadores de EE UU para saber si el virus podría ayudar a tratar el cáncer en un animal vivo fue inyectar virus Zika o un placebo directamente en los tumores cerebrales. Los tumores fueron significativamente más pequeños en los ratones tratados con Zika dos semanas después de la inyección, y esos ratones sobrevivieron significativamente más tiempo.

El tratamiento estándar con glioblastoma es agresivo: cirugía, quimioterapia y radiación; sin embargo, la mayoría de los tumores son recurrentes a los seis meses.

La respuesta parece confirmada por partida doble. Otro estudio realizado por la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp), en Brasil y divulgado por medios locales llegó a resultados semejantes: tan solo 24 horas después de la inyección, el zika ya había eliminado la mitad de las células tumorales.

Este fue proceso que se repitió durante las siguientes horas en la citada investigación "sin que las células sanas se vieran afectadas por la acción del virus, volviéndose un tratamiento más específico que la quimioterapia", explicó a medios locales la investigadora Estela de Oliveira Lima.