El Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha realizado recientemente, por vez primera en el centro hospitalario, su primera donación de órganos en asistolia controlada con un sistema denominado ECMO (extracorporeal membrane oxygenation).

Este procedimiento consiste en la utilización de un dispositivo externo que permite establecer una circulación extracorpórea tras la canulación de arteria y vena femorales, en espera del fallecimiento del paciente. Una vez producido por criterios circulatorios se procede a la protección de los órganos que van a ser donados tras una Limitación del Tratamiento de Soporte Vital (LTSV), consensuada entre el equipo médico responsable del paciente y sus familiares.

El dispositivo hace posible que, tras el fallecimiento del paciente, la sangre se oxigene y llegue a una temperatura adecuada, permitiendo la preservación de los órganos a trasplantar. Generalmente, estos donantes son pacientes con patologías crónicas irreversibles como esclerosis lateral amiotrófica (ELA), fibrosis pulmonar o cardiopatías avanzadas, entre otras patologías, a las que, en un momento determinado, se decide retirar el soporte vital que les mantiene con vida.

La incorporación de esta nueva técnica, puesta en marcha por el Hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, permite a estos pacientes hacer uso del derecho que tienen a ser donantes. Por otra parte, otra de las ventajas más importantes de este procedimiento es que se logra mantener y preservar la calidad de los órganos.

En todo este proceso destaca el importante trabajo realizado por los profesionales del centro hospitalario; un trabajo que, por otra parte, no se podría realizar sin la solidaridad de las familias que, en un momento tan complicado como es afrontar la pérdida de un ser querido, son capaces de decir sí a la donación de órganos.

La oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) es una modalidad de soporte temporario artificial del sistema respiratorio y/o cardiovascular utilizado en el tratamiento de la falla cardiopulmonar refractaria a tratamientos convencionales. La sangre del paciente es drenada del organismo desde una cánula colocada en una vena central (habitualmente vena femoral o vena yugular interna derecha en el caso de las cánulas doble lumen), pasada a través de un oxigenador de membrana (comúnmente llamado pulmón artificial) y reinfundida a través de una cánula colocada en una vena (ECMO veno-venosa o VV-ECMO) o una arteria (ECMO veno-arterial o VA-ECMO). Una bomba centrifuga que genera presión negativa es responsable de crear el gradiente de presión necesario para establecer el flujo de sangre.