La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, en base a la predicción elaborada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) dio ayer por finalizada la alerta por tormentas en el Archipiélago, aunque tanto en Lanzarote como en Fuerteventura se mantiene el nivel de prealerta, donde se estima que no existe riesgo meteorológico para la población en general, aunque sí para alguna actividad concreta que se realice. La lluvia seguirá haciendo acto de presencia, de ahí que la previsión de Meteorología mantenga el aviso amarillo (riesgo) al menos para los próximos dos días.

Las carreteras para acceder al Teide permanecen cortadas al tráfico dada la presencia de hielo y nieve en la calzada. Además, con toda probabilidad seguirá nevando hasta, como mínimo, mañana jueves en la zona de cumbre de Tenerife.

De la misma forma, el Gobierno de Canarias mantiene el aviso a los cabildos, ayuntamientos y otras instituciones para que sus efectivos de emergencias continúen prevenidos ante un posible cambio del fenómeno meteorológico, hasta que la Dirección General de Seguridad y Emergencias dé por finalizada la situación declarada en base al Plan Específico de Emergencias de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos.

Según la Aemet, el aviso amarillo por tormentas afectará a Lanzarote y Fuerteventura mientras las precipitaciones en forma de nieve tendrán en riesgo a las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Ayer, a primera hora de la tarde, se registraban decenas de rayos en el mar entre las islas de la provincia oriental. Además, en la cumbre de Gran Canaria, se recrudecía la caída de nieve, lo que obligaba a las autoridades insulares a cerrar los accesos como ya ocurre en Tenerife desde el mismo lunes. En La Palma, durante toda el día, los operarios no dejaron de trabajar para conseguir eliminar de la carretera la mayor cantidad posible de nieve.

Se registraron ayer temperaturas por debajo de los menos seis grados en Izaña donde las rachas de viento superaron en algunos momentos de la jornada los 100 kilómetros por hora y los termómetros no subieron en ningún momento de los cero grados.