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Religión

Tirón de orejas al padre Báez

La Diócesis de Canarias reprueba al sacerdote por afirmar, en su programa de televisión, que "la Virgen no se apareció en ningún pino"

El padre Báez deshace la leyenda del Pino

El padre Báez deshace la leyenda del Pino

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El padre Báez deshace la leyenda del Pino Martín Alonso

Una visita del padre Báez a Teror ha derivado en un pequeño alboroto: un tirón de orejas de la Diócesis de Canarias al popular cura, que en uno de sus programas de televisión afirmó que "la Virgen no se apareció en un pino. ¡Eso es mentira!". Esas palabras han generado en la Villa Mariana cierto malestar, enfado que ha provocado una reprobación de la jurisdicción bajo tutela del obispo Francisco Cases.

Antes de desmenuzar el desenlace de la historia tocar reparar en la trama. El lío tiene enero como punto de partida, justo a finales de mes, cuando se emitió un programa del padre Báez sobre Teror. A los 29 minutos y 48 segundos de monográfico sobre el municipio, se puede ver como el sacerdote se planta en la plaza donde se levanta la Basílica de Nuestra Señora del Pino y se arranca con el alegato que ha degenerado en polémica.

"Y el pino...", apunta antes de exclamar "¡es mentira!". "Vamos", prosigue, "a aprovechar para decirlo, mira por donde. La virgen no se apareció en ningún pino. ¡Eso es mentira! ¡La virgen no se apareció nunca! ¡A nadie! Ni Fátima, ni Lourdes, ni Carabanchel, ni en ningún lugar del mundo. La virgen no se apareció... La virgen vivió en Nazaret, estuvo en Belén, estuvo en Jerusalén, estuvo en Egipto ¡y nada más!".

Benedicto XVI y Fátima

Las palabras del padre Báez siguen la misma línea que trazó el papa Benedicto XVI -cuando aún era el cardenal Ratzinger-, respecto al fenómeno de Fátima. El pontífice nunca utilizó el término apariciones al analizar la historia de los tres pastorcillos portugueses. En su lugar optó por emplear las palabras visiones y fenómeno.

En su comentario teológico al tercer misterio de Fátima, Benedicto XVI insiste en marcar una diferencia entre las visiones físicas -con imágenes- de las intelectuales -sin ellas- aunque, en el caso de Portugal, señala un rango intermedio: visiones interiores, más frecuentes en niños porque tienen el espíritu sin formar.

El padre Báez, a su manera en sintonía con los textos de Joseph Ratzinger, argumenta en su programa televisivo que "oye, yo me acuesto a dormir, tengo sueños, tengo visiones... ¡Ah! ¿Tengo visiones? ¿Estoy soñando? ¿Estoy loco? ¿O tomo drogas? ¿Tengo hambre? Veo... ¡Y una mierda! La virgen no se le aparece a nadie, coño. Y menos en un pino".

El sacerdote también se cuestiona en su espacio televisivo que "¿se imaginan ustedes que un busto de madera aparece un pino? ¡Alguien lo puso! ¡Alguien lo puso! ¡Ya está bien!".

Razona el padre Báez que esas creencias han calado entre la mayoría de la gente "porque la falta de cultura religiosa hace desconocer lo que acaban de escuchar... ¡Y eso es lo que nos lleva a la sectas y a la basura! ¡Sepan ustedes la verdad, coño!", clama antes de indicar que "regalo todo lo que tengo al que me muestre un documento en el que la Iglesia dice que la virgen se apareció. ¡Mentira! La gente dice... ¡Ya está bien! ¡Salgamos de la mentira y del error!".

En ese sentido, en la teología católica se ha recalcado durante los últimos siglos la consideración negativista de las manifestaciones, ya fueran epifanías, pero sobre todo las marianas, ya que se las considera como "revelaciones privadas".

Con tirón en las redes sociales, el contenido de ese programa -durante la grabación e puede ver como el cura entrevista al alcalde, José Luis Báez, dialoga con vecinos de la villa y visita algunas dependencias municipales- ha causado cierto cabreo en el municipio y entre los más devotos de la Virgen del Pino, enfado que llegó hasta la Diócesis y que ha obligado a la institución episcopal a amonestar al padre Báez.

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