La espera media en el Servicio Canario de la Salud (SCS) ronda el medio año. Y no solo una intervención quirúrgica se retrasa de promedio casi un semestre, con una demora de 176 días durante 2017 pese a la reducción en 5 jornadas con respecto al año anterior, sino que también se aproximan a 182 fechas ciertos trámites administrativos como, por ejemplo, algunas respuestas oficiales a solicitudes de la propia plantilla pública. No en vano, aún aguarda contestación del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín a la propuesta del personal, firmada por casi 500 trabajadores y presentada el 11 de diciembre del pasado año, para denominar a un aula de docencia del centro como María Dolores Fedra Ramírez en homenaje a la celadora asesinada a fines de septiembre de 2005 en la capital isleña por su expareja.

Al menos, los responsables del Doctor Negrín ya citaron a los impulsores de la iniciativa, representados por el celador Juan Francisco Rodríguez, a una reunión el próximo jueves, es decir, casi cinco meses o, más exactamente, 144 días después de su presentación en el registro del complejo sanitario. No obstante, desde el hospital referente del norte insular admitieron que todavía carecen de respuesta definitiva a la solicitud en honor de Fedra Ramírez, también estudiante de Enfermería en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, al vincular el nombre del aula número 1 a la futura denominación de las restantes salas formativas.

"Hipocresía" institucional

Desde la plantilla recordaron, sin embargo, que el auditorio del hospital luce el nombre del doctor Alfonso Medina Fernández-Aceytuno desde mayo de 2017, solo 26 días después del fallecimiento del exjefe de cardiología del centro e hijo predilecto de Las Palmas de Gran Canaria. También criticaron trabajadores del Negrín la "hipocresía" de los responsables hospitalarios al ignorar una "demanda tan humana y gratuita" en recuerdo de una víctima mortal del machismo después de la programación de varias actividades para conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, establecido anualmente el 25 de noviembre, en diversos centros del Servicio Canario de la Salud.

Precisamente, personal del Doctor Negrín organizó la campaña en favor de Fedra Ramírez para sumarse a la iniciativa institucional con el objetivo de que "estos actos no queden en una simple pancarta en la entrada del centro o en la entrega de camisetas y pegatinas", según argumentó el propio documento para la recogida de firmas. "Nuestra compañera (...) sufría un tipo de violencia que no se veía, que no tenía las evidencias innegables de un cardenal en el brazo o una quemadura en el rostro, pero es una violencia que duele, hiere y mata por igual, la psicológica. Hasta ese fatídico 27 de septiembre de 2005, en el que un disparo desdibujó esa ilusión por la vida, pero no la olvidamos, ni a a ella, ni a su sonrisa, ni a esas fascinadoras y fuertes ganas de vivir", subrayó el escrito, con las rúbricas de casi medio millar de trabajadores.

Efectivamente, la entonces jefa de celadoras en el turno nocturno del servicio de urgencias murió durante una intervención quirúrgica en el Hospital Doctor Negrín horas después de recibir en el zaguán de su vivienda varios impactos de bala procedentes del arma de fuego empuñada por LorenzoManuel Delgado, que se suicidió a continuación con la misma pistola. También vecino de la capital grancanaria, el asesino mantuvo una relación sentimental con la víctima alrededor de 15 años hasta que Fedra Ramírez presentó varias denuncias por maltrato desde 2001, incluida una acusación por amenazas de muerte resuelta en febrero de 2005 con una condena judicial a Lorenzo Delgado consistente en una multa de 40 euros y una orden de alejamiento durante seis meses.

"No entendimos que los avisos que ella nos daba de no salir a fumar al exterior del hospital o a comidas y eventos con compañeros por si acaso su expareja acechara eran reales, al final, eran ciertos y su asesinato nos devolvió a la realidad de que esta violencia está cercana, más de lo que pensábamos", lamentó Juan Francisco Rodríguez, miembro del grupo de compañeros de Fedra Ramírez que cada año se reúne en fechas cercanas a su muerte para brindar un homenaje íntimo a la celadora. Hasta 2017, cuando propusieron un reconocimiento público, todavía sin respuesta.