Lluis Serra Majem, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la ULPGC, defiende un concepto de dieta mediterránea que no se circunscribe al área geográfica del mismo nombre. Así, cree que Canarias es cuna de una alimentación tradicional que se inscribe en los cánones de esa dieta. "Por supuesto que Canarias son islas atlánticas", comentó, "pero hay pocos lugares en el mundo donde la geografía, los ecosistemas y los alimentos que se han producido de forma tradicional sean tan mediterráneos, estén tan dentro de la dieta mediterránea, como Canarias".

Así, explicó que en las Islas están presentes "los gofios, las papas, las legumbres, los frutos secos, los lácteos, los pescados, las frutas y las hortalizas, todos los alimentos de la dieta mediterránea, elementos de gran calidad gastronómica". Serra hizo estas manifestaciones ayer en el Club LA PROVINCIA, durante la presentación del libro Mi transición nutricional. La dieta mediterránea, tomo de memorias que supone un alto y recapitulación en su camino.

El libro que presentaba ayer tuvo su origen en un episodio importante. "No lo escribí para contarles mi vida. Hace seis o siete años me caí de un caballo y casi muero. Algo cambió entonces en mi vida. Sentí el temor de irme demasiado deprisa, sin haber podido contar todas las cosas", rememoró.

Serra subrayó la importancia de la transición nutricional en España, un cambio de actitud que en un tiempo relativamente corto nos hizo conscientes de las repercusiones de nuestros hábitos alimentarios. "De repente nos percatamos de que el 100% de las galletas infantiles tienen un 10% de aceite de palma", afirmó el catedrático de forma ilustrativa.

El autor dibujó el importante cambio de hábitos alimentarios que han acusado sociedades como la nuestra en un ámbito de apenas cuarenta o cincuenta años, de la mano del incremento del bienestar. "Hemos pasado a una situación de abundancia más o menos rápido. En Canarias eso sucedió de forma muy brusca, porque, como en otros lugares turísticos, hubo un abandono de prácticas agrícolas en favor del sector terciario", añadió.

Serra Majem ha sido y es uno de los principales valedores de la dieta mediterránea, que ha logrado situar en un lugar privilegiado dentro del debate que promueve una nutrición saludable. Ahora, si embargo, reclama un nuevo prisma, una aproximación a esta dieta que no se agote en sus virtudes saludables: "Queremos que no se ponga tanto énfasis en la salud, porque hemos llegado a un nivel de nutrición personalizada donde la gente quiere saber si le va bien el perejil, por ejemplo. Es una senda equivocada".

Así, el catedrático reclama para la nutrición un enfoque transversal que sea capaz de apreciarla como salud pública, pero también como cultura, economía, agricultura y medio ambiente.

"La nutrición es cultura", aseguró, "reclamo el patrimonio cultural de la alimentación. Porque con la alimentación ha pasado como si de repente todos dejáramos de hablar nuestras propias lenguas y habláramos solo en inglés".

El componente económico, tal y como lo contempla Serra, debería peesuadirnos para comprar productos locales. En cuanto a las repercusiones que las prácticas alimentarias tienen sobre el medio ambiente, el nutricionista aportó un dato revelador: el 33% de las emisiones de efecto invernadero tienen en su origen en alimentos como la carne o los lácteos.

Plásticos

El ubicuo plástico fue también objeto de lamentaciones por parte e Serra Majem, que no entiende por qué se comercializan dos manzanas en una bandeja forrada de plástico. "¿Por qué producimos tanto plástico para envolver alimentos que nunca antes habían sido envueltos así?", se preguntó, para recordar a continuación la existencia de una infame isla de plásticos que ya abarca un tercio de la superficie de la Península Ibérica, insular recordatorio del castigo medioambiental que infligimos al maltrecho planeta que nos acoge.

La interdependencia de los hábitos nutricionales y la situación económica también mereció unas palabras por parte del autor de Mi transición nutricional. La dieta mediterránea, que aseguró que la crisis económica ha tenido un impacto en la nutrición.

En la presentación de su libro, Serra Majem estuvo acompañado por José Manuel Baltar, consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias, y Miguel Hidalgo, consejero del Sector Primario y Soberanía Alimentaria del Cabildo grancanario. Como explicó el catedrático, "en el pastel de la nutrición hay una parte sanitaria, que conoce Baltar. La otra parte es agrícola y ganadera, que es la que conoce Hidalgo".

El primero glosó la trayectoria profesional del autor, a quien conoce desde hace 20 años y de cuya cátedra formó parte. Ambos comparten la creencia, aseguró Baltar, de que "las cosas se pueden cambiar desde lo local hacia lo global".

El consejero regional de Sanidad destacó que Serra Majem "forma cada año a centenares de médicos" y definió su libro como "una obra con tintes autobiográficos que lo define". Baltar destacó la evolución que ha sufrido el pensamiento del catedrático, desde el inicial enfoque saludable de la dieta mediterránea, contemplada casi como "medicina preventiva" al actual, que aboga por una visión panorámica de una "dieta de proximidad, sostenibilidad y salud".

En cuanto a Hidalgo, quiso definir a Serra, nacido en Barcelona, como "un producto natural de dieta mediterránea, adornado con raíces canarias". El responsable insular mostró sintonía con las tesis de Serra en defensa de una dieta de proximidad. "Estamos a tiempo de recuperar nuestras saludables tradiciones", añadió.