El Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias solo podrá tener estabilidad si se convierte en un centro mixto, se integra con otras administraciones públicas y deja de depender de la Universidad de La Laguna. Esto es al menos lo que piensa su actual director y uno de los impulsores del centro, Basilio Valladares, que ayer impartió su última clase magistral antes de su jubilación a final de curso. En ella repasó la historia de la parasitología en la ULL y la creación del propio Instituto.

Valladares aseguró durante su conferencia que este era uno de los retos que tiene el Instituto en el futuro para poder continuar con su labor, ya que se trata de un proceso necesario para que el centro cuente con ingresos propios de forma estable. De hecho, el también catedrático de Parasitología recordó que en su momento se propuso crear un instituto de estas características con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Comunidad Autónoma y la ULL "y cuando ya estaba casi conseguido, se frustró", lamentó Valladares, aunque opina que es un proyecto que deberá retomarse.

Lo que iba a ser un pequeño acto de despedida organizado por sus compañeros de profesión en el Salón de Grados de la Sección de Farmacia se convirtió en una clase multitudinaria. En su conferencia titulada Historia de la Parasitología en la Universidad de La Laguna (ULL), señaló los pasos que se dieron en el departamento hasta la creación del Instituto en el año 2001. Valladares explicó que el auge de las migraciones y el desarrollo de la globalización fueron los principales motivos que impulsaron la puesta en marcha del Instituto de Enfermedades Tropicales.

Un centro que en sus comienzos contó con escasos medios, pero que consiguió aumentar poco a poco su infraestructura científica y el prestigio de la institución, a la que actualmente avalan sus buenos resultado y su reconocimiento internacional. El Instituto está integrado actualmente por una treintena de profesionales, entre profesores y jóvenes investigadores en formación. Desde su creación cuenta con 500 publicaciones científicas, 600 comunicaciones en congresos y cuatro patentes.

El actual director del centro de investigación señaló que el Instituto ya actúa como una plataforma continental. De hecho, en los últimos 10 años alrededor de 40 investigadores de 18 países han pasado por la institución.

El científico también detalló que el Instituto es uno de los centros del país donde se puede diagnosticar el ébola, ha contribuido a la investigación para luchar contra el VIH y recientemente ha conseguido controlar en Fuerteventura la presencia del mosquito Aeder aegypti, principal vector de transmisión de enfermedades víricas como el zika, el dengue y la chikungunya.