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Entrevista | Josep Manuel Ibarra

"Los beneficios de Loterías podrían asegurar la pensión a 150.000 jubilados"

"Toda la gente que juegue sabría que su dinero, a corto o lardo plazo, irá destinado a su pensión" afirmó el presidente de la Agrupación nacional de Asociaciones provinciales de administraciones de loterías (Anapal)

Josep Manuel Iborra SALVA MALONDA

Josep Manuel Iborra, presidente de la Agrupación nacional de Asociaciones provinciales de administraciones de loterías, afirma que ha solicitado una entrevista con Báñez y Montoro para trasladarles su propuesta: "Que todos los beneficios que tenga Loterías se deriven por ley directamente a la hucha de las pensiones. También no hemos puesto en contacto con sindicatos y jubilados para realizar campañas que transmitan el mensaje a la sociedad", afirma Iborra.

¿Sigue en marcha la propuesta de derivar los beneficios de Loterías a la hucha de las pensiones?

Sí, la idea es que todos los beneficios que tenga Loterías se deriven por ley directamente a la hucha de las pensiones. Loterías es una empresa pública que parte de los beneficios los destina a impuestos. En 2016 fueron 1.500 millones de euros. Por lo que nuestra propuesta es que todos esos impuestos y todos esos beneficios vayan directamente a la hucha de las pensiones. Hemos solicitado ya un encuentro con la ministra de Empleo y Seguridad Social y con el ministro de Hacienda para hacerle llegar nuestra propuesta. También nos hemos puesto en contacto con sindicatos y jubilados para realizar campañas que transmitan el mensaje a la sociedad.

¿Se ha calculado a cuántas personas beneficiaría la propuesta?

Hemos calculado que 150.000 jubilados tendrían la pensión de todo el año asegurada solo con los beneficios derivados de Loterías. Casi el 2% de los pensionistas.

¿Es una estrategia para aumentar las ventas?

Es un todo. Es reforzar la idea que se originó hace 250 años cuando se fundó Loterías para destinar una parte de los beneficios al Estado, a la vez que jugabas con la posibilidad de hacerte millonario. De esta forma le damos un carácter solidario, igual que hace la ONCE. Además, toda la gente que juegue a Loterías sabría que su dinero, a corto o largo plazo, irá destinado a su pensión. Por lo tanto, es un beneficio para el usuario, pero obviamente también para Loterías porque se jugaría más con nosotros.

¿Qué papel jugó el impuesto del 20% con que se gravan los premios de más de 2.500 euros?

Cuando este impuesto se puso en marcha nosotros ya dijimos que sería negativo para las ventas y que no se iban a cumplir las expectativas que en su momento se dijo que se iban a cumplir.

¿Cuáles eran las previsiones?

Se pensaba que se recaudaría 900 millones de euros pero sólo se consiguieron 400 millones.

¿Y el fallo?

Que se impuso durante la crisis y las ventas fueron disminuyendo. El apostante tuvo un rechazo inicial al pensar que una parte importante del premio que iba a tener iba a caer en impuestos. Por lo que pedimos su eliminación desde el primer momento y constantemente lo estamos reiterando. Pero también hemos propuesto que, de no ser eliminado, los beneficios vayan íntegros a la hucha de las pensiones. Y en última instancia lo que solventamos es que se eleve la cantidad sobre el que ese impuesto tendría efecto. Si se le grava un 20% a una persona que le han tocado 50 millones de euros, lo verá menos grave.

¿En cuánto se redujeron las ventas?

En un 4% en el primer año de crisis y un 3% en el siguiente.

¿Se han recuperado los niveles de antes de la crisis?

En los últimos tres años aumentó bastante. Subió un 2,5 % y un 3% el año anterior...

¿Es rentable para el Estado la Sociedad Española de Loterías?

Eso es obvio. Hay tres empresas en España que marcan tendencias sobre el resto. Y una de ellas era Anapal. Loterías tiene unos beneficios de 8.800 millones en el 2016, 1.500 millones después de impuestos. Además, es una empresa con endeudamiento cero.

¿Cuánto le supone de beneficio?

De los 8.800 millones de las ventas, va destinado al Estado el 70 por ciento en el caso de la Lotería Nacional y el 55 por ciento en caso de los otros juegos. Son premios por lo que los gastos administrativos son muy pocos. Y ahí entra la parte de las comisiones que nosotros percibimos por nuestro trabajo, que tenemos pendiente de revisión ya que están congeladas desde 2004.

¿Cuál es el porcentaje?

De entre el 4 y el 6 por ciento, según juegos. Nos aseguraron que con el paso de la crisis recuperaríamos el equilibrio de antes. Pero, en cambio, en 2016 con unas ventas un 0,33% superiores a 2015, percibimos unas comisiones un 0,46 por ciento inferiores al año anterior. Nadie está revisando este sistema. Y hay muchas administraciones que lo están pasando muy mal.

¿Cuáles van a ser sus prioridades al mando?

Nosotros estamos trabajando con tres. La primera de todas, en cuanto a la parte interna de la empresa, son las comisiones. Y en cuanto al resto de la sociedad, el tema de las pensiones y el impuesto del veinte por ciento, aunque también estamos trabajando en nuevas propuestas de juego y apuestas.

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