Un equipo de investigadores médicos españoles e ingleses han publicado en la revista científica especializada British Journal Dermatology un artículo de investigación en el que indagan sobre la asociación entre los folículos pilosos del cuero cabelludo y las glándulas sudoríparas ecrinas.

La investigación se titula "Las glándulas sudoríparas ecrinas se asociación con los folículos pilosos en el cuero cabelludo dentro de un compartimento de tejido adiposo dérmico" y está suscrita por Enrique Poblet (Hospital Universitario General Reina Sofía-Universidad de Murcia), Francisco Jiménez (Instituto Universitario de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias -IUIBS- de la ULPGC), E. Escario Travesedo (Hospital General de Albacete), Jonathan Hardman (Universidad de Manchester), Irene Hernández (Clínica Mediteknia), Agudo Mena (Hospital Universitario General de Albacete), Juan José Cabrera Galván (Departamento de Morfología de la ULPGC), Carina Nicu (Universidad de Manchester) y Ralf Paus(Universidad de Manchester).

Las glándulas ecrinas de la piel son las responsables de la producción del sudor y tienen un papel muy relevante en la función de control de la temperatura corporal. Gracias al sudor liberado por las glándulas ecrinas los humanos podemos hacer ejercicio en condiciones de calor sin que la temperatura corporal aumente hasta límites peligrosos. De hecho, una ausencia de secreción sudoral puede hacer que la persona sufra un golpe de calor que podría ser mortal.

Existen entre 3 y 5 millones de glándulas sudoríparas en la piel y, hasta ahora, se han considerado tradicionalmente como un apéndice cutáneo independiente. Sin embargo, en este estudio hemos descrito un nuevo modelo anatómico en el que, al menos en el cuero cabelludo, las glándulas ecrinas sudoríparas están totalmente integradas en la unidad folicular.

En concreto, el equipo de investigadores ha demostrado que la porción de la glándula que produce el sudor (llamado ovillo secretor) se encuentra en íntimo contacto con los folículos pilosos del cabello, a 2.5-3.5 mm de profundidad, y rodeadas de grasa dérmica.

Esta nueva disposición anatómica de la glándula sudorípara, asociada al folículo piloso, abre nuevas hipótesis que habría que explorar. Por ejemplo, podría existir una interacción o interdependencia entre la sudoración y el folículo piloso de tal manera que una inflamación del folículo o una pérdida de pelo podría influir en una mayor o menor sudoración.

Igualmente, el estudio abre nuevas vías de investigación para saber si la manipulación farmacológica de uno de los componentes puede terapéuticamente impactar al otro. Esta asociación es clínicamente relevante ya que nos puede ayudar a entender las alteraciones de las glándulas sudoríparas que se han formado en zonas de alopecia, incluyendo la excesiva hiperhidrosis localizada en pacientes con alopecia frontal fibrosante y el aumento del volumen de las glándulas sudoríparas en la piel del cuero cabelludo de pacientes con alopecia androgenética.

El artículo de investigación ha sido publicado en la revista especializada British Journal Dermatology. Esta revista de dermatología editada en Inglaterra, con un factor de impacto de 4.706, es la revista dermatológica de mayor impacto en Europa.