La Asociación de Niños con Cáncer Pequeño Valiente contará con una casa-hogar para residencia de hasta nueve chicos de Gran Canaria u otras islas. Dicha instalación se ubicará en el número 31 de la calle Bravo Murillo, en un inmueble propiedad del Cabildo grancanario y estará operativa cuando las obras de acondicionamiento del edificio, aún por iniciar, lo permitan. Así lo anunció en la mañana de este martes el presidente insular, Antonio Morales, durante el acto de inauguración de un centro multidisciplinar de esta asociación, situado justo al lado, en el número 29 de la misma calle, otra edificación de titularidad insular cedida a Pequeño Valiente.

Así, la nueva instalación, colindante con la que ya entra en funcionamiento, permitirá a Pequeño Valiente ofrecer un recurso de estancia aquellos niños que vienen de fuera de la Isla. La asociación nació en Gran Canaria, pero como comentó ayer su presidente, José Jerez, está abierta a todos aquellos niños con problemas oncológicos, "aunque vengan de Tombuctú". Cada una de las habitaciones tendrá su propio aseo, configurándose así una instalación muy completa en el inmueble que en su tiempo fue sede del IAS (Instituto de Atención Social y Sociosanitaria) y ahora se encontraba sin uso.

La cesión de este inmueble de titularidad insular se acaba de acordar, por lo que previamente a su puesta en funcionamiento como casa-hogar de Pequeño Valiente deberá ser remozado y acondicionado. Lo mismo ocurrió con el centro multidisciplinar, cuya cesión se firmó en marzo de 2017 y en un tiempo récord ha logrado abrir sus puertas, dado el estado de deterioro que presentan estas edificaciones. Morales reconoce que el Cabildo grancanario atesora un importante patrimonio inmobiliario pero una parte de él se encuentra en mal estado.

Hasta ahora, para la estancia de niños enfermos llegados de otras islas, Pequeño Valiente contaba con la colaboración de la cadena hotelera Riu para habilitar pisos de acogida. Ahora la asociación cuenta con su propio recurso. La financiación de estos recursos se logra a través de una colaboración entre lo público y lo privado, donde figuran administraciones autonómica, insular y municipales, además de diferentes empresas.

Pequeño Valiente comenzó su labor hace sólo doce años, cuando un grupo de padres de niños con cáncer decidieron apoyarse y ayudarse mutuamente. Desde entonces, el colectivo ha ido consolidando su actividad y ampliándola, ganándose así el reconocimiento de la sociedad y las instituciones por la entrega y la seriedad con la que funciona en un tema tan sensible.