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La incidencia de bulimia aumenta en pacientes a partir de los 30 años

El Servicio Canario de la Salud diagnostica en el último ejercicio a 109 afectados por este trastorno, con una media de edad mayoritaria entre los 31 y los 45

La incidencia de bulimia aumenta en pacientes a partir de los 30 años

La incidencia de la bulimia ha aumentado en los pacientes a partir de los 31 años. Según datos facilitados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a lo largo del pasado año el Servicio Canario de la Salud (SCS) diagnosticó 109 pacientes de bulimia, siendo mayor la prevalencia entre las personas con edades comprendidas entre los 31 y los 45 años. Un dato que ha variado de manera considerable en comparación con los registrados en 2016, cuando la edad predominante de los pacientes diagnosticados de esta patología era de entre 19 y 30 años. "En base a mi experiencia, podría decir que algunos de los pacientes que acuden a consulta durante la treintena para tratar este trastorno, lo padecían desde la adolescencia. Sin embargo, mantenían el problema oculto", explica Mariella Sanginés, psiquiatra especialista en TCA del Hospital Universitario de Canarias (HUC). Y agrega que, "puede ser que a partir de estas edades exista una mayor confianza a la hora de solicitar ayuda médica".

Sobre la mesa también las cifras registradas de pacientes con anorexia. Así, durante el transcurso de 2017, el SCS diagnosticó a 123 personas. Sin embargo, a diferencia de la bulimia, continúa afectando principalmente a los jóvenes de entre 13 y 18 años. Asimismo, el 90% de las afectadas por ambos Trastornos de la Conducta Alimentaria(TCA) son mujeres. Según indica la doctora Sanginés, este tipo de dolencias requieren un abordaje personalizado, que depende, fundamentalmente, de la edad de cada paciente y de la gravedad de cada caso. "No es lo mismo que llegue a consulta un paciente adulto desnutrido con un índice de masa corporal inferior a 15, a que lo haga un niño", aclara la profesional de la psiquiatría.

Tratamiento

En cuanto a la medicación que suelen necesitar los afectados por estas dolencias para lograr superarlas, Sanginés explica que "todo depende de si existe una comorbilidad psiquiátrica". Y aclara que, "los fármacos no son el pilar principal en estas patologías". En este sentido, la doctora subraya la necesidad de intervención de un equipo multidisciplinar compuesto por psiquiatras, psicólogos, endocrinos, y médicos de atención primaria para poder tratar a estos pacientes. Asimismo, en el caso de las personas que sufren anorexia, "la misión principal es nutrirlas, por lo que debemos coordinarnos con los diferentes equipos para atender esta necesidad, que suele llevar un proceso lento".

Una afirmación con la que coincide Pino Martínez Murado, médica adjunta del área de Endocrinología y Nutrición en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. Según manifiesta esta especialista, los pacientes afectados por alguno de estos trastornos acuden a las consultas de los endocrinos "por decisión de los médicos de atención primaria o de los propios psiquiatras, y lo primero que realizamos los endocrinos es un estudio del estado físico de la persona para saber los cambios de conducta nutricional que deben realizarse".

La profesional subraya la necesidad de recomendar, en múltiples ocasiones, suplementos nutricionales, "y en menor medida, solicitamos el ingreso hospitalario para que el paciente pueda recibir una nutrición adecuada", apunta. "Todo esto", prosigue la doctora, "se realiza en coordinación con el equipo de psicólogos y de psiquiatras que esté tratando al afectado".

Por lo que concierne a la reconducción de los hábitos alimentarios de las personas que sufren anorexia o bulimia, Martínez subraya que "se realiza con muchísima dificultad, y el éxito depende del apoyo con el que cuente la persona y de los recursos que existan para tratarlo". Precisamente, sobre este último factor, la doctora lamenta "la escasez de medios que hay en Canarias, en comparación con otras comunidades autónomas". Por esta razón, aboga por la creación de unidades clínicas interdisciplinares en las que trabajen en conjunto psicólogos, psiquiatras y otros especialistas médicos. "Lo interesante es que estuviéramos adscritos a una misma unidad para poder tratas a las personas afectadas en conjunto, y que estuvieran separados del resto de pacientes psiquiátricos", apostilla Pino Murado.

Nutrición

En base a las palabras de la médica del Negrín, todas las dietas que se realizan para estos afectados son personalizadas, y se desarrollan en función de las carencias nutricionales que presenta cada paciente. Sin embargo, no solo hay que tener en cuenta un desarrollo individualizado a la hora de desarrollarlas, "también, debe estar adaptada a su psicología, pues son pacientes que tienen miedo a comer y a engordar. Por eso, nos vemos en la necesidad de buscar alimentos que los nutran, pero que al mismo tiempo, no les asusten", aclara la especialista en endocrinología y nutrición.

En cuanto a la complejidad que presenta el tratamiento médico de ambos trastornos, la doctora destaca, que en realidad, "son las dos caras de una misma enfermedad", si bien es cierto que en general "es más difícil abordar la bulimia porque existen más recaídas".

Por lo que respecta a los daños que pueden producir en el organismo este tipo de patologías, la profesional manifiesta que, en el caso de la anorexia nerviosa restrictiva, lo más común es la desnutrición a corto plazo, "pero a largo plazo puede llegar incluso a inducir la aparición de osteoporosis". Mientras que en la bulimia y la anorexia purgativa, las consecuencias pueden abarcar lesiones en el esófago, que a la larga podría convertirse en un carcinoma. Además, en el caso de las personas que abusan del uso de laxantes, pueden llegar a experimentar un desequilibrio de los iones de sodio y de potasio que pueden ocasionar un fallo cardíaco y producir la muerte. De hecho, la muerte acontece en un 5% de los pacientes afectados con anorexia nerviosa o bulimia".

En cuanto a los mecanismos de prevención, la endocrina asegura que, en realidad, "se encuentran en manos de la sociedad, y no de los nutricionistas". No obstante, apuesta por inculcar desde la infancia unos hábitos de alimentación saludables, y "una sensibilización centrada en explicar que la salud no se corresponde con la estética que está imperando ahora mismo en nuestra sociedad. Lo cierto es que estas enfermedades tienen una base social y educativa".

La anorexia nerviosa y la bulimia son Trastornos de la Conducta Alimentaria caracterizados por una obsesión por el control del peso, y un comportamentito patológico frente a la ingesta de alimentos. Así, el rasgo más distintivo de la anorexia nerviosa es el rechazo a la comidal, y una elevada preocupaciónpor ganar peso y engordar.

Se distinguen principalmente dos subtipos de anorexia nerviosa, la restrictiva, y purgativa. La primera corresponde a un cuadro clínico en el que los pacientes logran bajar de peso a través de dietas muy restrictivas, que en ocasiones se combina con una práctica de ejercicio físico excesiva. Por su parte, la anorexia purgativa se caracteriza, como su nombre indica, por la práctica de purgas tras la ingesta de alimentos en cantidades bajas o normales.

La bulimia nerviosa, en cambio, consiste en atracones compulsivos de comida, sumado a la práctica de métodos compensatorios inapropiados para evitar la ganancia de peso. Entre estos métodos predominan la inducción del vómito, y el consumo excesivo de laxantes.

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