Un contenedor destinado al reciclaje de materiales de escritura en las Islas, y que tiene como principal objetivo evitar la contaminación y el colapso de los vertederos. Es la propuesta de Trabajo de Fin de Grado (TFG) que presentó la pasada semana la recién egresada en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), Ayelen Capelan, graduada en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo de Productos, y que ha obtenido una calificación de 9,2. La acción cuenta con el respaldo del Gobierno de Canarias y se prevé que comience a estar presente en todas las bibliotecas públicas deCanarias, a partir del próximo año.

En realidad, se trata de una iniciativa que surgió a partir del proyecto Acción Para el Reciclaje de Bolígrafos ( ARBol), que comenzó a gestarse en 2015, y que fue adoptada por un grupo de estudiantes del Ciclo Superior de Química Ambiental del IES Politécnico de la capital grancanaria.

"Gema Lorenzo, docente de este centro educativo y coordinadora del proyecto ARBol, presentó la propuesta de elaborar un contenedor a la Universidad y mi tutor me planteó el tema el pasado mes de febrero. Me pareció bastante interesante, y decidí desarrollar la idea", explica la joven con entusiasmo. El contenedor se compone en un 30% de plástico reciclado, y en un 70% de polipropileno homopolímero. Además, cuenta con dos sensores. Uno de ellos realiza la función de contador, mientras que el otro mide la capacidad de llenado del recipiente, "dando un primer aviso cuando se encuentre al 80% de su máxima capacidad, para que el operario que se encargue de su vaciado pueda llevar un buen control", expresa Capelan. Y agrega que, "también dispone de una placa electrónica, compatible con estos dispositivos, que envía toda la información mediante señal wifi. Esto sería útil para que las personas pudiesen controlar, a través de sus teléfonos móviles y tablets, cómo están funcionando los contenedores, y en un futuro podría servir incluso para generar competencias entre los distintos centros."

El proyecto es el resultado de cinco intensos meses de esfuerzo y dedicación. En base a las explicaciones de la universitaria, "las simulaciones son lo que más tiempo nos ha llevado, quizás si hubiesen dado resultado a la primera, podría haber presentado el TFG mucho antes, pero no me arrepiento de haberme demorado porque me ha dado tiempo de simular, incluso, las posibles caídas y de realizar una gran cantidad de análisis estáticos".

Por lo que respecta a la fabricación del contenedor, la artífice del proyecto de investigación explica que en el Archipiélago "hay empresas que tienen la maquinaria para hacerlo, pero los moldes tendrían que ser fabricados fuera. Hay que decir que la ayuda del Gobierno de Canarias es un incentivo para que las entidades canarias se unan a la causa", comenta Ayelen Capelan.

Asimismo, a pesar de haber concluido ya sus estudios universitarios, la ingeniera confiesa que continúa vinculada al proyecto ARBol. "Anque el diseño esté cerrado, es necesario generar una serie de modificaciones que se plantearon como posibles mejoras, y tendría que hacerlas yo", aclara la joven. "Ahora lo que pretendemos", prosigue, "es conseguir más subvenciones para que podamos tener el alcance que esperamos".

La alumna se muestra contundente al garantizar que esta experiencia le ha servido para lograr concienciarse de la importancia que tiene el reciclaje para preservar el medioambiente. "Yo creía que el material reciclado iba a ser mucho más pobre, pero tras analizar el proyecto ARBol pude comprobar que es posible reciclar muchos objetos, y las empresas que los tratan lo hacen a un precio bastante asequible". Y añade que, "en las Islas entraron 700 toneladas de basura a lo largo de 2017, y solo se logró reciclar una tonelada, por lo que muchos vertederos están colapsados. Reciclar no cuesta nada, y además sirve para proteger el medioambiente".

El contenedor tiene un diseño muy cuidado, y presenta una entrada reducida para evitar la introducción de otros objetos. Siguiendo esta línea, entre los materiales de escritura que se pueden depositar figuran los bolígrafos, portaminas, correctores, y rotuladores. Sin embargo, "no es viable introducir lápices, ceras y gomas, puesto que no están elaborados con plástico", insiste Capelan.

Capelan tiene muy claro que quiere continuar su formación. A día de hoy, entre sus planes de futuro figuran realizar un máster fuera de España, y reforzar el inglés. "El año que viene me gustaría iniciar un máster centrado en los procesos de fabricación, o bien, alguno enfocado hacia el diseño industrial y general".