La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ha registrado un aumento del número de personas afectadas por Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), que son consideradas enfermedades de declaración obligatoria. Siguiendo esta línea, en el año 2016 existían 177 individuos diagnosticados de infección gonocócica; 37, de infección por Chlamydia trachomatis; 107 de sífilis; y 307 afectados por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Mientras que en 2017, los casos declarados de cada patología se sitúan en 232, 88 y 295, respectivamente, a falta de conocer los últimos datos del VIH que se harán públicos a finales del presente mes. Asimismo, la incidencia de estas dolencias continúa siendo mayor en el sexo masculino. "No podemos saber a ciencia cierta la razón de este considerable aumento, si bien es cierto que se ha producido una notable mejoría en los sistemas de diagnóstico que permiten detectar estas enfermedades de forma precoz, y lo que antes permanecía invisible ahora puede verse", manifiesta Magdalena Rojo,especialista en epidemiología en la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud (SCS).

Las ITS representan un importante problema de salud pública no solo por su magnitud, sino por sus complicaciones y secuelas. Así lo advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS), que además manifiesta que es imprescindible realizar un diagnóstico y tratamiento precoz de estas patologías.

La infección gonocócica o gonorrea es una infección de transmisión sexual producida por una bacteria llamada Neisseria Gonorrhoeae (gonococo), que se encuentra presente en las mucosas de los órganos sexuales, el recto y la garganta. Puede causar daños en los órganos sexuales, en la piel y en las articulaciones.

Por su parte, la Chlamydia trachomatis es causada por una bacteria que pertenece al género Chlamydia que se transmite a través del contacto sexual con una persona afectada. Si no se trata a tiempo, puede causar tracoma, ceguera, infecciones genitales, e incluso, neumonía.

La sífilis, en cambio, es una enfermedad infecciosa producida por la bacteria Treponema pallidum, que ingresa en el cuerpo humano a través de las paredes mucosas. Una vez dentro del cuerpo, accede al torrente sanguíneo y se va desarrollando en tres fases. Suele afectar a zonas corporales calientes y húmedas, y contribuye al desarrollo de erupciones cutáneas.

Todas estas ITS se consideran curables y controlables. Sin embargo, el VIH, capaz de dañar las células del sistema inmunitario y de propagarse durante las relaciones sexuales con una persona infectada, es considerada una patología no curable, pero sí controlable.

A juicio de la doctora Rojo, de estas infecciones la más preocupante sería el VIH, "porque aunque ya es una enfermedad que se puede tratar, la infección gonocócica y la sífilis tienen cura", apunta. No obstante, según advierte la profesional, "todas están relacionadas". Y agrega que, "al transmitirse todas estas infecciones por contacto sexual, el hecho de sufrir una sífilis incrementa el riesgo de contraer una infección por VIH, por ejemplo".

Por lo que concierne a los mecanismos de prevención de las ITS, "nuestro trabajo consiste en intentar, a través de las redes sociales que tenemos en salud pública, transmitir la importancia que tiene hacer uso del preservativo porque es la única forma de evitar el riesgo a contraer una enfermedad de transmisión sexual", subraya Carles Barres, técnico de la Dirección General de Salud Pública.

Según expresa Barres, las cifras facilitadas por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias ponen de manifiesto "que tenemos que seguir difundiendo medidas preventivas, y ofrecer formación e información tanto a los profesionales de los centros sanitarios como a la población en general". Y añade que, "más que de prevención, tendríamos que hacer referencia a lo que se denomina promoción de la salud".

En este sentido, el técnico hace referencia a que la población más joven "olvida con frecuencia recurrir a los preservativos para mantener relaciones sexuales seguras y sanas". Por eso, considera imprescindible difundir información preventiva a edades tempranas, para así evitar contraer las ITS.

"Para que esto sea posible", prosigue el técnico, "debe existir una correcta coordinación entre todos los servicios que dediquen su actividad a la salud y a la educación".