Ni como Silvana Pampanini en el papel de la princesa Guayarmina de la película Tirma ni como Laura Perdomo en el rol de Tibaratma del filme Mah. Un trabajo, firmado por una estudiante de la Universidad de Dundee (Escocia), ha puesto rostro a una indígena prehispánica -perteneciente a una de las tribus que habitaban las siete islas antes de la conquista por parte del Reino de Castilla- y el resultado deja la imagen de una mujer -de entre 25 y 35 años- de rasgos muy marcados, con frente y pómulos anchos.

La conquista de Canarias por parte del Reino de Castilla, que comenzó en 1402 por Lanzarote y finalizó en 1496 por Tenerife, sepultó al pueblo indígena bajo una historia de violencia, sumisión y eliminación. Digerido como grupo por la nueva fuerza dominante, los indígenas de las Islas se convirtieron en una especie de misterio. Durante siglos se divagó sobre su aspecto, se debatió sobre sus costumbres y se discutió sobre su origen. Resueltas buena parte de esas incógnitas -su procedencia, al menos, se localiza en el norte de África, como pueblo desterrado por el Imperio Romano tras una revuelta local-.

Ahora, casi seis siglos después de la conquista, una estudiante de la Universidad de Dundee ha intentado dar forma al rostro de uno de los antepasados de una mayoría de la población actual de Canarias -hay estudios que señalan que entre el 40 y el 60 % de los actuales habitantes del Archipiélago tienen genes procedentes de los canarii- y el resultado vio la luz el pasado miércoles en la web de la institución académica británica.

Karina Osswald nació en Canadá, acaba de terminar un máster de Arte Forense e Identificación Facial en la Universidad de Dundee (Escocia) y, para aprobar ese curso, decidió ponerle cara a los indígenas canarios. La estudiante explica, en la web de la institución académica, que ha creado una "estimación aproximada" de cómo sería el rostro de una mujer -de entre 25 y 35 años- del pueblo que habitó las Islas hasta la conquista del Archipiélago por parte del Reino de Castilla. Y entre los rasgos que sobresalen apunta dos: la presencia de frente y pómulos anchos.

El punto de partida de Karina Osswald se establece a partir de una visita al Museo Anatómico de la Universidad de Edimburgo. Allí se topó con el cráneo A-46, parte de los restos de una indígena, de la que tomó escáneres tridimensionales. A partir de ahí, la estudiante de la Universidad de Dundee creó la reconstrucción craneofacial de una mujer en edad madura con el que obtuvo el título en Arte Forense e Identificación Facial.

"La literatura reciente", apunta la propia Karina Osswald, "sugiere que las apariencias difieren entre cada isla del archipiélago canario. Esto podría significar que, con más investigaciones, algún día podremos obtener una idea más clara de las diferencias individuales entre cada grupo de guanches [identifica a los indígenas canarios bajo la condición de guanches, que en realidad sólo eran los pobladores de Tenerife]". La estudiante canadiense subraya que "la verdadera identidad del pueblo guanche ha permanecido durante mucho tiempo en el misterio, con los relatos literarios de los españoles invasores siendo parte de la única información real que queda sobre estos intrigantes pueblos indígenas".

El encuentro de Karina Osswald con el cráneo A-46 en Edimburgo ha picado la curiosidad de la joven norteamericana respecto a la cultura indígena del Archipiélago. "Durante este proyecto", admite, "terminé aprendiendo mucho sobre los guanches y espero que su imagen inspire a otros a descubrir más sobre esta antigua población".

En su trabajo, la estudiante canadiense detalla que "antes de que se hablara español en las islas de Canarias, un pequeño archipiélago aproximadamente a 100 millas de la costa de Marruecos, estaba el guanche, un grupo indígena que se cree que descendió del pueblo bereber del norte de África". "Los guanches", añade, "vivían en un relativo estado de aislamiento, sin un lenguaje escrito conocido, desde aproximadamente el siglo I después de Cristo hasta el XV, cuando las Islas fueron conquistadas en nombre de los reyes de Castilla. Los guanches supervivientes de las islas fueron absorbidos con éxito por la cultura española castellana, pero todavía se pueden encontrar ecos de sus vidas en las islas".

Osswald concreta que "mi proyecto de investigación involucró la reconstrucción craneofacial del Individuo Guanche XXVI A-46, proporcionado por el Museo de Anatomía de la Universidad de Edimburgo. Esta exposición es la reconstrucción de A-46, una mujer de entre 25 y 35 años de edad de un sitio funerario desconocido de las islas, que se completó con el uso de la tecnología háptica Freeform de Geomagic y Adobe Photoshop CS6".