Los cuentos infantiles forman parte de la memoria colectiva. Sólo hay que pensar un poco y brotan en cascada una serie de títulos que todos conocen, desde la triste y paciente Cenicienta, a la aclamada Bella y Bestia. La mayoría ofrece una imagen del niño como príncipe valiente, poderoso, y siempre dispuesto a salvar y proteger a la sumisa y delicada princesa. Ellas aparecen como lindas y encantadoras mujercitas cuyo único fin en la vida es esperar al hombre de sus sueños mientras peinan su larga melena. La realidad demuestra a cada paso que esos cuentos no se corresponden con la vida normal.
La educadora Beatriz Pérez, presidenta de la ONG Va de Cuentos, en colaboración con la cadena deportiva Sprinter, ofrece talleres de educación emocional desde una perspectiva de igualdad. Pérez que lleva diez años trabajando como educadora en pisos de acogida para menores reconoce que aún queda mucho por hacer, pero que una de las herramientas que pueden servir a padres y niños para entender mejor su realidad y asumir lo que les pasa también se esconde en los cuentos. Eso sí cuentos distintos tan singulares como Kike y las barbies de la editorial Gato Sueco o la simpática Las princesas también se tiran pedos. El planteamiento de Beatriz Pérez es educar desde la igualdad y no establecer estereotipos que tanto daño hace a los pequeños, "lo que no se puede es seguir manteniendo la idea de que a las niñas les gusta el rosa y a los niños el azul, y que ellas pueden llorar y ellos no. Eso sólo crea problemas y situaciones de conflicto".
También para la presidenta de Va de Cuentos sólo desde una educación desde la igualdad "podemos empezar a luchar contra los malos tratos y la violencia de género".
Para Beatriz Pérez "desde muy pequeños, los niños son esponjas y todo lo cogen, no se puede ofrecer o dar esa imagen de que el chico tiene que proteger a la chica, tiene que decidir por ella, mientras que ella se mantiene en ese segundo plano. Siempre esperando que el actúe".
En uno de los cuentos titulado La princesa rebelde se cuenta la historia de una hermosa princesa que espera la llegada prometida de un príncipe azul. Una vez que aparece en su vida y se la lleva al castillo, la princesa debe quedarse en su habitación. Sola y aburrida se da cuenta que esa vida no le gusta hasta que termina por hacerse amiga de un dragón y los dos recorren el mundo enfrentándose a príncipes absorbentes como el que le había tocado a ella.
En otro de esos cuentos titulado Sirenas se narra la historia de Julián, un niño al que le encantan las sirenas y que le dice a su abuela que él también es una sirena. Acompañado de unas ilustraciones muy sugerentes y llamativas se puede ver cómo el pequeño de la mano de su abuela sale a la calle vestido con una sábana blanca como larga cola y varios collares de colores. Beatriz Pérez advierte que en muchos casos los padres sienten miedo de la necesidad de explorar de sus hijos, "a veces me han dicho: es que si lo dejo vestirse de niña, tal vez me sale gay. Los niños tienen una capacidad ilimitada para investigar, para probar otras cosas, y además si te sale gay, no pasa nada, fenomenal".
Educar supone normalizar la igualdad de género, y también estar abiertos a ver y asumir las diferencias. Para Beatriz Pérez, sólo en el caso de las familias hay que tener en cuenta que existen multitud de tipos distintos y todas merecen el mismo respeto, "una familia puede ser tu abuela y su gato, dos papás, dos mamás, sólo una mamá y tres hermanos, los compañeros del piso tutelado, la lista es amplia y absolutamente válida".
A través de una nueva y fulgurante literatura infantil se ofrece a los padres, a las familias, la posibilidad de dar respuesta a casi cada pregunta que el menor tenga, "uno de los grandes problemas es la falta de comunicación, en mis talleres me doy cuenta que los padres o no saben cómo hacerlo o directamente tienen miedo. Y eso incluye hablar de sexualidad, de la menstruación, de la reproducción".
Precisamente para ofrecer herramientas válidas que ayuden a enfrentarse a todos los inquietudes y dudas que aparecen cuando se tiene hijos, la ONG Va de Cuentos, con el patrocinio de la escuela de Sprinter organizan un taller gratuito online que se ofrecerá el próximo martes 2 de octubre a partir de las 19.30 horas.
De una forma amena y sencilla, la literatura infantil acude esta vez al auxilio de los padres, que tendrán que buscar el título adecuado para responder a las preguntas de sus hijos. Como señala Beatriz Pérez "no es más fácil contarles a los chiquillos la verdad, que por ejemplo decirles que los niños viene de París y que encima los trae una cigüeña, quién se cree eso".
