El Centro Cultural Pepe Dámaso acoge la exposición Conect-Arte hasta el próximo 28 de septiembre, una muestra con obras artísticas realizadas por personas con esclerosis múltiple y otras enfermedades degenerativas durante unas 20 sesiones de "arteterapia" en las que han plasmado sus emociones y experiencias vitales desde distintas técnicas y con una visión muy personal. La comisaria y arteterapeuta de la exhibición es Rosa Mesa.

Mila López, de 37 años, es la vicepresidenta de la Asociación Provincial de Esclerosis Múltiple de Las Palmas (APEM) y está afectada por la enfermedad. Miriam Rodríguez, de 46 años, también. Otro alumno, Isaac Angulo, de 31 años, convive con una enfermedad rara, el Síndrome de Neuropatía, Ataxia con Retinosis Pigmentaria (NARP).

Para López, ha resultado un trabajo placentero participar en la arteterapia. En las horas en que duraba el taller "me evadía de la propia realidad de mis males. Era un tiempo en que no te acordabas de que el mundo existía y en que te dedicabas a pintar según lo que en ese momento sentías, que podía ser, tanto ira como amor o tristeza, lo cual se quedó muy reflejado en las distintas obras que realizamos". Para Rodríguez, ha representado un espacio "en que me he sentido realizada porque me ha permitido extraer de mí aspectos positivos y mucha vida que no creía que tuviera". Angulo, por su parte, resalta que "ha resultado un poco difícil elaborar las pinturas porque una de las complicaciones de mi enfermedad se produce en la vista. Lo que hacía era pintar en grande y así lo podía ver bien".

La esclerosis múltiple, como otras dolencias frecuentes que reducen la movilidad, también acarrea un problema psíquico que hay que superar a fuerza de voluntad. Según Rodríguez esto es "algo muy cierto. Se precisa mucha capacidad para seguir moviéndonos y llevar una vida normal diaria, que no es fácil". En este sentido, la arteterapia pretende, entre otros propósitos, conseguir relativizar la parte física y desarrollar la psíquica. A Miriam Rodríguez, por ejemplo, la relajaba, la hacía sentir mejor ir a la terapia, "extraer algo de mí, algo que no creía que llevara dentro, sentirme mejor conmigo misma". Mila López aclara que ella carece de una movilidad al 100% en las manos y sin embargo, "en pintura con los dedos no sólo tenía que mantener un lápiz sino también desplazar pintura. El taller estaba adaptado a cualquier problema físico que tuviéramos los usuarios". Angulo revela que la profesora Rosa Mesa "me adaptaba todo a mis problemas de psicomotricidad en las manos, y de este modo pude sacar el curso adelante".

Cuestionados los afectados sobre si dar rienda suelta a la creatividad y emotividad supone un arma valiosa para superar limitaciones físicas e inhibiciones comunicativas, Rodríguez asegura que sí. "En mi caso el día a día es bastante duro. Sentir que se puede construir algo positivo para nosotros, descubrir una creatividad a explotar me ha hecho encontrarme muy bien". A López no le agrada nada pintar. "Sin embargo, el taller, desde el punto de vista de las emociones me sirvió para ir expresándolas". Angulo señala que tanto la profesora como los compañeros le ayudaron, a causa de su problema visual, "a elegir las ceras y pinceles para pintar".

Rosa Mesa, comisaria y arteterapeuta de la exposición, comenta que la idea surgió de la Fundación Disa que conocía arteterapia y quería realizar un proyecto en la ciudad de Las Palmas. "Empezamos a buscar una asociación y APEM nos brindó la oportunidad de hacerlo con ellos. Mi intención era formar un grupo de alumnos que pudieran expresarse creativamente siguiendo las pautas del funcionamiento arteterapéutico, es decir, trabajando desde la persona, con lo que cada uno lleva dentro y quiere extraer, para conseguir, finalmente, una muestra".

En realidad, Mesa asegura que los enfermos no han tenido la oportunidad de realizar las 20 sesiones del taller "porque una de las características de la esclerosis múltiple son los brotes y muchos de los participantes a veces no podían venir". Aclara por ello, que "hay que tener en cuenta a la hora de diseñar el proyecto las características del colectivo con el que trabajes. No les puedes imponer unos horarios. En esta ocasión nadie pudo venir a todas las sesiones, pero sí aprovechar el tiempo en las que estuvieron". En este sentido, recalca que "sería bonito establecer espacios en los centros donde se pudiera dar rienda suelta a lo que cada uno lleva dentro a través del arte en todas sus versiones".

La comisaria asegura que el diseño del taller es propio "porque una vez que entro en un espacio intento ver sus necesidades". "Sin embargo", matiza, "la arteterapia existe fuera de España también. Se conoce, sobre todo, en el mundo anglosajón donde ha tenido más auge. En nuestro país está comenzando a desarrollarse. Yo me formé en Canadá y luego en Barcelona, Alemania y Suiza. De modo que he ido trayendo lo que he aprendido en esa trayectoria a Gran Canaria. Sí es cierto, que desde que llegué hace seis años, conozco cada vez más experiencias arteterapéuticas".

La labor del arteterapeuta consiste en convertir en relativo el dolor físico para desarrollar la parte psíquica, es decir que cuando la persona esté trabajando no sienta que tiene un problema. "Se trata de artistas, de personas trabajando más allá de las dolencias que, obviamente, hay que tener en cuenta, pero primero enfocarse a las personas, a cada individuo en concreto".

Existen diferentes tipos de aproximación a la arteterapia. Algunos son pautados y cuentan con instrucciones concisas. "Pero en este caso eran totalmente libres. Mi labor iba más orientada a decirles a los alumnos qué tipo de trabajo se les daba bien para que lo pudieran desarrollar y a mostrarles qué tipo de material se acoplaba a sus necesidades", indica Mesa.

Para conseguir la continuidad de estas enseñanzas hacen falta subvenciones, "que haya dinero dirigido a temas sociales, pero sobre todo a proyectos de calidad, que realmente repercutan en la persona a nivel íntimo, que no se generalicen las intervenciones porque ahora tendemos a hacerlo, en pos de ahorrar o de los recursos, es decir, que a cada persona se le trate de forma independiente según sus características y su enfermedad".

Por otra parte, Mila López destaca que haber desarrollado la actividad de la arteterapia en el centro APEM supuso que pudieran acudir más participantes que si la hubieran efectuado en un centro específico, "primero, por dónde se localizaba; segundo, porque para nosotros es muy cómodo ya que el ambiente es familiar, como estar en casa. Nuestra relación es buena y, a lo mejor, trasladarnos a otro recinto podría ser contraproducente. Dejarías de acudir con igual frecuencia, no sería tan acogedor".

Los enfermos observan pocos progresos en la lucha médica contra sus dolencias. Miriam Rodríguez dice estar "solamente mantenida, aunque reconozco que la rehabilitación diaria es muy importante para todos los enfermos de esclerosis múltiple y demás procesos degenerativos porque nos ayuda a la hora de movernos. Supone también una forma de salir de la rutina, de salir de casa ". López, por su parte, apunta que lo único que le viene bien es la rehabilitación para mantenerla estable porque los tratamientos, en su caso, no han funcionado. Isaac Angulo se refiere a su rareza expresando una falta de equilibrio. "Con rehabilitación, mejoro".

En lo referente a las obras de arte ejecutadas por los afectados, Isaac Angulo pintó la cara de su madre para que se llevara una grata sorpresa al acudir a la muestra. Mila López un día que llegó "con rabia" dibujó un cuadro de tonos más "negros y rojizos y rayas de confusión". Otro día en que se encontraba más relajada, representó una playa caribeña. Miriam desplegó "una amplia gama de colores porque es lo que yo quiero en mi vida".