La Provincia - Diario de Las Palmas

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Entrevista | Gustavo Díaz-Jerez

"Mi pieza es una escultura sonora inspirada en la obra de Martín Chirino"

"Participé en un proyecto para crear un programa de ordenador capaz de componer él solo" resaltó el compositor

Gustavo Díaz-Jerez al piano. LA PROVINCIA / DLP

¿Cómo sienta ganar por unanimidad del Jurado un premio de composición como el Martín Chirino , que sumó este año 18 obras concurrentes?

Para mí es una satisfacción enorme haber ganado, además, por unanimidad. Obviamente cuando te presentas no sabes cuántas obras habrá y siempre acudes con la ilusión de que al jurado le guste la obra, pero los concursos de composición no son una ciencia exacta, así que nunca puedes estar seguro de si tu pieza va a ser la que más va a emocionar y mucho menos si va a ser la ganadora.

El título de su obra, Spectra fractalis , es un poco enrevesado. ¿Qué significa?

La gente que me conoce sabe que suelo utilizar procedimientos matemáticos para conseguir materia prima musical con la que luego compongo. En este caso me refiero con Spectra a la "huella" o imagen que representa al sonido y con fractalis al mundo de los fractales, que son objetos matemáticos con numerosas simetrías y auto-similitud a diferentes escalas. He tomado como referencia la propia imagen de la escultura de Martín Chirino en que había que inspirarse para el concurso, la Herramienta poética e inútil.

¿Le gusta que la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria y su director, el maestro Chichón, estrenen tan pronto, el próximo día 21de septiembre, esta pieza de siete minutos?

Claro, para mí es un orgullo que una orquesta de este calibre se encargue del estreno y que además sea su director titular el que lo haga, uno de los grandes maestros del panorama musical actual.

¿No da un poco de "yuyu" ir en el mismo programa que un obrón genial como la sinfonía Resurrección de Mahler?

No, y no quiero parecer arrogante, pero cada artista tiene el deber de expresarse de forma honesta. Mahler es un compositor genial de principios del siglo XX. Mi música es del siglo XXI con una estética radicalmente diferente. Creo que supone un error comparar. Es verdad que la sinfonía de Mahler dura más de una hora y mi obra sólo seis minutos, pero la es lo que es, una escultura sonora inspirada en la obra de Chirino.

¿Y qué sensación le causa el que la grabación del estreno sea la "banda sonora" de una escultura de Chirino en el Castillo de La Luz?

Me hace mucha ilusión porque, como te he comentado, la pieza, en cierto modo es la escultura de Chirino hecha música. Me encanta que la gente cuando vaya al castillo pueda ver la obra de arte y escuchar mi música al mismo tiempo.

El prestigio internacional de su nombre, ¿lo ha ganado como pianista o como compositor?

La gente me conoce más como pianista aunque llevo componiendo desde que empecé en la música con ocho años. Recuerdo una entrevista que me hicieron de niño, con 10 ó 12 años, en que me preguntaron qué quería ser de mayor y siempre decía: compositor y pianista. Es algo que llevo haciendo toda mi vida, pero quizá es más fácil que el gran público, en un principio, te conozca como intérprete.

Hablemos un poco de los resultados de su música relacionada con la inteligencia artificial.

Participé en un proyecto en la Universidad de Málaga entre 2009 y 2015. Nuestro objetivo fue diseñar un algoritmo, es decir, un programa de ordenador, que fuera capaz de componer de forma autónoma con la mínima intervención humana. Llegamos a resultados espectaculares. De hecho, grabamos un disco en que participó la London Symphony Orchestra y en el que todas las obras fueron compuestas por este ordenador llamado Iamus. Lo que nosotros desarrollamos fue un programa capaz de componer música clásica contemporánea y de generar la partitura que el intérprete puede tocar, lo cual es muy importante porque fuimos pioneros en ese sentido. Yo fui el asesor musical principal del proyecto y lo que hicimos fue enseñarle al ordenador cuestiones básicas de composición y de instrumentación, lo mismo que se le podría enseñar a un alumno de composición, pero sin decirle: tienes que componer en el estilo de Beethoven, por ejemplo. No introdujimos ningún tipo de consideración estética en cuanto a la música, simplemente le enseñamos el lenguaje musical y ciertos conocimientos instrumentales. El ordenador, a partir de ahí, mediante funciones matemáticas inspiradas en la biología evolutiva, a partir del número de instrumentos y la duración de la pieza, fue capaz de realizar piezas completas y de entre miles elegimos siete u ocho que se grabaron en el disco.

Veo que la Real Academia Canaria de Bellas Artes, de la que es miembro numerario, programa en Las Palmas de Gran Canaria, para noviembre, una charla suya sobre esos temas?

Sí, precisamente voy a hablar de todo esto. Mucha gente tiene un enorme prejuicio hacia estos temas, a menudo por ignorancia. Piensan que los ordenadores van a suplantar la creatividad humana. Sin embargo, no se trata de eso, sino de tener una herramienta que nos ayuda a los compositores a ser más creativos. El ordenador no nos va a suplantar de ningún modo y menos en música de arte. En la música "comercial" quizá sea más fácil la automatización, porque la motivación y la complejidad es otra. En la música de arte, sin embargo, la motivación principal del compositor es expresarse como artista. En este caso la inteligencia artificial va de la mano de la creatividad del ser humano.

Es, además, un virtuoso concertista del piano, sostiene grupos de cámara y es profesor del prestigioso Musikene de San Sebastián. ¿Cuántas horas tienen sus días?

Bueno, va todo un poquito de la mano. Hay que tener en cuenta también que mucho del repertorio que normalmente interpretamos lo llevamos trabajando muchos años. Esto es una profesión apasionante, pero que requiere todas las horas de vigilia enfocadas a ello. Como es lo que me gusta y disfruto no me cuesta, sino al contrario. Yo compagino muy bien mi actividad docente, -me encanta ayudar a los alumnos a ser mejores artistas- con el mundo de la composición. Mucha gente cree que componer es sentarse a una mesa y coger una hoja de papel o el ordenador y empezar a escribir notas, pero, al menos en mi caso, va mucho por pensar fuera del instrumento y por mucha reflexión en abstracto.

¿Qué ocurre en su familia, en la que todos son músicos: su esposa, su hermana, su hijo de 21 años?

Aparte de mi hermana Dori, que es compositora y profesora en el CSMC también tengo otros dos hermanos que son arquitectos. Mis padres tuvieron la feliz idea de enfocarnos por el mundo de las artes. Asimismo, es cierto que todos tenemos unas condiciones especiales para ello. Mi mujer también es pianista, profesora y músico-terapeuta y mi hijo es violinista. De modo que nos complementamos todos muy bien. Por ejemplo, si componiendo me surgen dudas sobre algún pasaje en la cuerda le pregunto a mi hijo. Todo ello enriquece nuestra vida.

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