La adicción a la pornografía está aumentando entre los más jóvenes. El 95 por ciento de los padres reconoce haber descubierto a sus hijos accediendo a material pornográfico a través de la Red, según un estudio de la compañía BitDefender realizado en cinco países. Lo más alarmante de todo es que dicha información revela que la edad media en la que los niños comienzan a realizar búsquedas de este tipo de contenidos se sitúa en los once años.

El acceso a este tipo de contenidos inapropiados por parte de los más pequeños es una de las principales preocupaciones de los padres. Aunque la curiosidad por el sexo es algo normal, el consumo excesivo de pornografía puede provocar déficit de habilidades sociales, problemas de autoestima o que los menores tengan una imagen distorsionada de sus cuerpos.Pero, ¿cómo reaccionar si pillo a mi hijo viendo pornografía?

Si descubrimos a nuestro hijo accediendo a material pornográfico en la Red, la reacción que tengamos en ese momento puede inspirar la visión del sexo que ese niño tenga en el futuro. En lugar de alterarse o gritarle, la psicóloga Kristen Howerton nos da las pistas sobre cómo hablar con los menores de este tema.

Mantente emocionalmente neutral: La vergüenza y lo incómodo de la situación hace que muchos padres pierdan los nervios en ese momento. Howerton recuerda que no es necesario hablar con el niño en ese instante y que lo mejor que los padres pueden hacer es esperar un poco hasta calmarse para que no se sienta más avergonzado.

Normaliza la situación:Aunque no te parezca bien la conducta del niño, debes mostrarle que su curiosidad sexual no es mala, sólo que es preferible expresarla de otra manera. De esa manera no se sentirá tan abochornado por excitarse viendo esas imágenes.

Habla con el niño sobre las mentiras del porno: Una vez normalizada la situación, es importante que el menor sea consciente de que la pornografía es un producto fabricado que difiere bastante de la realidad.

Trata el tema en un tono positivo: Los nervios del momento pueden hacer que muchos padres terminen gritando o castigando a su hijo. Sin embargo, Kristen Howerton recuerda lo importante que es hablar con el niño en un tono positivo, ayudándole a ver el sexo como algo saludable.

Explícale los peligros de la pornografía: La adicción, la cosificación de la mujer, o la distorsión del propio cuerpo son algunos de los problemas que puede acarrear la pornografía para una mente en desarrollo. Además, este tipo de contenidos algunas veces refuerzan actitudes que aprueban la violación y el acoso sexual.

Pregúntale si tiene alguna duda: Haz saber al niño que puede hablar de lo que ha visto o preguntar cualquier curiosidad que tenga. De esta manera los padres mostrarán que el tema no les da miedo y que están dispuestos a tratarlo con ellos.

Deja claros los límites a partir de ese momento: Después de normalizar la situación y de reducir la vergüenza, hay que volver a establecer unos límites. Howerton explica que este es el momento para instalar controles parentales en los ordenadores y demás dispositivos. La psicóloga recuerda que, aunque muchos hijos aseguran que no volverán a ver pornografía, dejar los aparatos de la casa descontrolados les hace un flaco favor.