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Entrevista | Rafael Mendía

"El aprendizaje servicio es, en realidad, una manera de educar"

"Los alumnos analizan la realidad del mundo que les rodea para transformarla en positivo", destaca el responsable de Formación de Zerbikas

Rafael Mendía. J. PÉREZ CURBELO

Como responsable de formación en Zerbikas encabeza usted en Euskadi una actividad muy extensa. ¿Es enteramente privada o concertada con entes públicos?

Nuestra Fundación nace de entidades sociales con la intención de promover el aprendizaje servicio. La mayoría de nuestras actividades son financiadas por entes públicos, como el Gobierno vasco, las diputaciones forales o los ayuntamientos, y por fondos privados de gente que quiere colaborar.

Sus objetivos responden a la filosofía del aprendizaje y servicio solidario. ¿Es posible integrar la educación y el trabajo social como acciones simultáneas?

Lo que pretende el aprendizaje servicio es, al tiempo que se presta un servicio a la comunidad, desarrollar aprendizajes, por una parte, de carácter curricular, si es en el contexto escolar, o de carácter de habilidades para la vida u otro tipo de aprendizajes sociales. En principio, es una iniciativa que no trata sólo de asuntos sociales, sino que puede abarcar otros campos de la vida social, como el medio ambiente.

Vincular el aprendizaje al ejercicio de la ciudadanía activa exige muchos medios. ¿De qué fuentes dependen?

Básicamente, se pretende que los alumnos y alumnas analicen su propia realidad, la que les rodea o la del mundo, y vean qué pueden hacer para transformarla en algo positivo. Eso no requiere grandísimos medios. En ese proceso de descubrir las necesidades que existen se trata de que desarrollen aprendizajes de carácter curricular: tanto social, como matemático o físico. Hay proyectos de aprendizaje servicio de todas las áreas curriculares, como, por ejemplo, la de aquellos alumnos de FP que trabajan un sistema de comunicación aumentativa para alumnado con dificultades de comunicación como puede ser el autismo. Aplican sus conocimientos tecnológicos en crear una herramienta para la comunicación. Pero hay otros adolescentes que pueden trabajar estudiando, por ejemplo, la necesidad de sangre de la humanidad y que viendo que ellos al ser menores no pueden donar organicen una campaña para donar sangre en su propio medio. Esas son pequeñas acciones que transforman la realidad, hacen que los jóvenes se interesen por las necesidades del entorno y se comprometan.

Enseñan conocimientos, habilidades, actitudes y valores. ¿De qué tipo, en cada apartado?

Se trata de aplicar conocimientos que se dan en la escuela, pero también se pueden trabajar los objetivos de desarrollo sostenible 2030 que están incluidos en el currículum escolar, las habilidades para la vida de la OMS, o las competencias básicas del CV, es decir, que los conocimientos van ligados a la actividad que se desarrolle. En cuanto a valores, se trata, no tanto de dar clase de los mismos, sino de que los chicos y chicas puedan experimentar los que son positivos para la vida de la comunidad. Lo mismo pasa con las destrezas que permitan a un alumno desarrollar su capacidad emprendedora con carácter social.

La actividad política, los proyectos de solidaridad y cooperación, la ayuda directa a otras personas y el acompañamiento a la escolarización forman parte de sus ámbitos de trabajo. Descríbame estos métodos.

El aprendizaje servicio tiene un método, el de desarrollar la colaboración con utilidad social. Se utiliza el método de los retos, de los proyectos o de la resolución de problemas que consiste, como ya he dicho, en plantear a los chicos un análisis de la realidad, identificar necesidades de la comunidad, pero también en identificar entidades con las que se puede colaborar. Se trata de buscarlas para trabajar con ellas en red, es decir, asociaciones cívicas, de vecinos, o culturales, entre otras. Buscar alguna solución a los problemas que ellos puedan aportar y también desarrollar los aprendizajes para formalizar una respuesta. Finalmente, poner en práctica ese proyecto, evaluarlo y verle una utilidad social.

También contemplan la promoción de la salud, el intercambio generacional, el medio ambiente, o el patrimonio cultural. Un programa ambicioso...

Sí, porque el aprendizaje servicio puede abarcar todas estas dimensiones, es decir, que cuando un grupo de jóvenes analizan la problemática que ellos mismos acarrean en cuanto a la salud, como sería una alimentación correcta, el ejercicio físico adecuado, el consumo de drogas y otros estimulantes, pueden plantearse la situación vista desde fuera, o sin embargo, verla como un problema que les afecta y poder hacer algo para solucionarlo, mediante la organización de una actividad, haciendo una difusión de los peligros del consumo inadecuado de drogas, etc. Encontrar pequeñas soluciones a los problemas estimula y empodera a los jóvenes, les anima a ocuparse del entorno.

¿Cómo consiguen abarcar tanto en una estructura de ONG?

Lo que pretendemos es difundir un método de trabajo, una idea, la del aprendizaje servicio. Nosotros como fundación no hacemos directamente proyectos sino que formamos a la gente para que los lleve a cabo en los centros escolares o en grupos de tiempo libre para que desarrollen proyectos de servicio a la comunidad. El aprendizaje servicio, en realidad, es una manera de educar.

Ese gran catálogo de actividades, ¿refleja en el fondo una crítica a los sistemas educativos en presencia?

Más que una crítica es una oportunidad de mejora del sistema educativo. Se trata de dar vida al aprendizaje o de llevar el aprendizaje a la vida. Se trata de poner a los educadores en la tesitura de plantear sus enseñanzas en relación con necesidades de la comunidad.

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