La Fiscalía pide cinco años de cárcel y diez de inhabilitación para dos guardias civiles por presuntamente haber torturado y detenido ilegalmente a un ciudadano belga. Los hechos que juzga la Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife se remontan al pasado 14 de septiembre de 2014, cuando los agentes fueron requeridos por un guardia de seguridad de la urbanización Primavera en la localidad de Costa de Silencio, en Arona, debido a una supuesta alteración del orden público.

Según adelanta Radio Club Tenerife, cuando los agentes del Instituto Armado llegaron al domicilio, la pareja de la víctima comenzó a grabarles con una tablet desde el interior de la vivienda por lo que, sin mediar palabra uno de los guardias accedió a la casa y arrebató el dispositivo a la mujer. Según el informe de la Fiscalía, al que ha tenido acceso la SER, la víctima intentó evitar la entrada de los agentes y le arrastraron por un brazo hasta arrojarlo al suelo "procediendo ambos brutalmente y colocándose sobre él mientras uno de ellos lo inmovilizaba retorciéndole la pierna y el otro le propinaba puñetazos de la cabeza".

Según el informe de la fiscal, una vez inmovilizado, los acusados, con el "ánimo de privarle de su libertad sin causa legal alguna que les legitimara para ello", lo engrilletaron y trasladaron hasta las dependencias de la Guardia Civil. Para el Ministerio Fiscal los hechos son constitutivos de un delito de tortura y de detención ilegal por lo que se solicita la pena de cinco años de prisión y diez de inhabilitación absoluta para cada uno de los acusados.